Hoy 23 de septiembre y con motivo
del día mundial de la bisexualidad, me dispongo a hacer un escrito hacia este
colectivo que durante muchos años ha despertado desconfianzas, recelos y se ha visto
aquejado por multitud de mitos, prejuicios y sobretodo, incomprensión. Considerado
por algunos como “ambisexuales” o
personas que enmascaran su verdadera orientación sexual, lo
cierto, es que la bisexualidad es uno de los colectivos que ha recibido mayor incomprensión,
exclusión y discriminación social, junto a los transgénero.
En este post hablaremos acerca de
qué es la bisexualidad, sobre algunos de los mitos entorno a ésta, sobre cómo
nos afectan las etiquetas y nos condicionan a la hora de actuar y de lo que
todavía queda por hacer. ¿Me acompañas?
De los inicios de la
bisexulidad a la actualidad
Hasta 1974, la homosexualidad aparecía
recogida en los manuales diagnósticos de salud mental, considerándose un trastorno
psicológico. Pese a la evolución con respecto a esta visión, lo cierto es que
todavía muchas personas, solicitan asistencia psicológica con el objetivo de
modificar su orientación sexual, aspecto que lleva asociado, el malestar que
para muchos supone, percibirse “diferente”.
La distintas orientaciones sexuales,
y en concreto la homo y la bisexualidad, han despertado corrientes de estudio con
objeto de dar respuesta a los factores causales que las propician. Esto, lejos de
pretender ser una aproximación y entendimiento hacia la diversidad sexual esconde,
bajo mi punto de vista, un enfoque heterosexista.
Es importante diferenciar orientación
sexual, de identidad sexual. La
primera responde a la preferencia de
elección en cuanto a vinculación afectiva y sexual, y la segunda, respecto a la
identificación que me confiero en virtud de los roles o papeles socialmente asignados
en base a sexo y a género. Veamos que es la bisexualidad
¿Qué es ser bisexual?
Se entiende por bisexual aquella
persona que siente atracción sexual, emocional y afectiva tanto hacia su propio
sexo como hacia el opuesto. Es decir, no es suficiente con conductas de tipo hemoerótica, debe a su vez, existir fantasía, vinculación emocional y sobretodo
autodefinición (Yo no sólo me tengo que
poder implicar sexual y afectivamente con una persona, sino también definirme
como tal)
Que las categorías homosexual/heterosexual
no es algo dicotómico es sabido desde hace tiempo. A esta concepción debemos, en
parte, los trabajos de Alfred Kinsey,
quien tras la publicación de el comportamiento
sexual en el hombre en 1948 determinó que aproximadamente el 46%
de la población había tenido relación o reacción tanto con hombres como con
mujeres.
Mitos entorno la
bisexualidad. La Bisfobia o triple discriminación
La bisfobia surge en torno al rechazo y aversión que determinadas
personas sienten en cuanto a las personas bisexuales. Parte de esta visión
negativa surge de la desinformación y
de los prejuicios que estas personas
llevan asociados. Veamos algunos de ellos:
Se tiende asociar la bisexualidad
a un estado
transitorio o de confusión, donde la persona no
sabe lo que quiere. Lejos de considerarse como una orientación sexual
más, muchos consideran que la bisexualidad es en realidad un enmascaramiento de la propia homosexualidad que no se atreve a
salir. Algunos consideran que buscan llamar la atención o rebelarse contra
el sistema. Se conciben como personas que manifiestan una atracción
indiscriminada hacia todo hombre o mujer con un mayor deseo sexual que el resto de colectivos y/o una mayor proporción de conductas promiscuas, así como un mayor
índice de infidelidad. Todos estos aspectos, sólo responden al
desconocimiento y a los prejuicios entorno a este colectivo.
Lo que sí es cierto es que a bisexualidad se da en mayor
proporción en la mujer y se ha asociado con una mayor flexibilidad mental. Las personas
bisexuales se implican afectiva y sexualmente con otros, con independencia de
sus genitales. Enamorarse de la persona sin discriminación de sexo es algo que
no todos pueden hacer, y pese a lo romántico o utópico que algunos les pueda resultar, considero que jamás las
demostraciones de amor o afecto deberían ser motivo de vergüenza u ocultación. No creo
que debamos obviar una realidad que
existe y que como tal tiene derecho a manifestarse.
Conclusión
La FELGTB lleva años luchando por
la inclusión e igualdad de estos colectivos que socialmente se han visto discriminados.
Pese a los avances realizados, todavía existe mucha homofobia e incomprensión. Desde
el año 99 se celebra la campaña mundial de la bisexualidad donde se lucha por
la inclusión y sobretodo el respeto hacia estos colectivos.