miércoles, 23 de septiembre de 2015

Luchando contra la invisibilidad: la bisexualidad


Hoy 23 de septiembre y con motivo del día mundial de la bisexualidad, me dispongo a hacer un escrito hacia este colectivo que durante muchos años ha despertado desconfianzas, recelos y se ha visto aquejado por multitud de mitos, prejuicios y sobretodo, incomprensión. Considerado por algunos como “ambisexuales” o personas que enmascaran su verdadera orientación sexual, lo cierto, es que la bisexualidad es uno de los colectivos que ha recibido mayor incomprensión, exclusión y discriminación social, junto a los transgénero.
En este post hablaremos acerca de qué es la bisexualidad, sobre algunos de los mitos entorno a ésta, sobre cómo nos afectan las etiquetas y nos condicionan a la hora de actuar y de lo que todavía queda por hacer. ¿Me acompañas?
De los inicios de la bisexulidad a la actualidad
Hasta 1974, la homosexualidad aparecía recogida en los manuales diagnósticos de salud mental, considerándose un trastorno psicológico. Pese a la evolución con respecto a esta visión, lo cierto es que todavía muchas personas, solicitan asistencia psicológica con el objetivo de modificar su orientación sexual, aspecto que lleva asociado, el malestar que para muchos supone, percibirse “diferente”.  La distintas orientaciones sexuales, y en concreto la homo y la bisexualidad, han despertado corrientes de estudio con objeto de dar respuesta a los factores causales que las propician. Esto, lejos de pretender ser una aproximación y entendimiento hacia la diversidad sexual esconde, bajo mi punto de vista, un enfoque heterosexista.
Es importante diferenciar orientación  sexual, de identidad sexual. La primera responde a la preferencia de elección en cuanto a vinculación afectiva y sexual, y la segunda, respecto a la identificación que me confiero en virtud de los roles o papeles socialmente asignados en base a sexo y a género. Veamos que es la bisexualidad
¿Qué es ser bisexual?
Se entiende por bisexual aquella persona que siente atracción sexual, emocional y afectiva tanto hacia su propio sexo como hacia el opuesto. Es decir,  no es suficiente con conductas de tipo  hemoerótica, debe a su vez,  existir fantasía, vinculación emocional y sobretodo autodefinición (Yo no sólo me tengo que poder implicar sexual y afectivamente con una persona, sino también definirme como tal)
Que las categorías homosexual/heterosexual no es algo dicotómico es sabido desde hace tiempo. A esta concepción debemos, en parte, los trabajos de Alfred Kinsey, quien tras la publicación de el comportamiento sexual en el hombre en 1948 determinó que aproximadamente el 46% de la población había tenido relación o reacción tanto con hombres como con mujeres.

Mitos entorno la bisexualidad. La Bisfobia o triple discriminación
La bisfobia surge en torno al rechazo y aversión que determinadas personas sienten en cuanto a las personas bisexuales. Parte de esta visión negativa surge de la desinformación y de los prejuicios que estas personas llevan asociados. Veamos algunos de ellos:
Se tiende asociar la bisexualidad a un estado transitorio o de confusión, donde la persona  no sabe lo que quiere. Lejos de considerarse como una orientación sexual más, muchos consideran que la bisexualidad es en realidad un enmascaramiento de la propia homosexualidad que no se atreve a salir.  Algunos consideran que buscan llamar la atención o rebelarse contra el sistema. Se conciben como personas que manifiestan una atracción indiscriminada hacia todo hombre o mujer con un mayor deseo sexual que el resto de colectivos  y/o una mayor proporción de conductas promiscuas, así como un mayor índice de infidelidad. Todos estos aspectos, sólo responden al desconocimiento y a los prejuicios entorno a este colectivo.
Lo que sí es cierto es que a bisexualidad se da en mayor proporción en la mujer y se ha asociado con una  mayor flexibilidad mental. Las personas bisexuales se implican afectiva y sexualmente con otros, con independencia de sus genitales. Enamorarse de la persona sin discriminación de sexo es algo que no todos pueden hacer, y pese a lo romántico o utópico que algunos les  pueda resultar, considero que jamás las demostraciones de amor o afecto deberían ser motivo de vergüenza u ocultación. No creo que debamos obviar una realidad que existe y que como tal tiene derecho a manifestarse.
Conclusión
La FELGTB lleva años luchando por la inclusión e igualdad de estos colectivos que socialmente se han visto discriminados. Pese a los avances realizados, todavía existe mucha homofobia e incomprensión. Desde el año 99 se celebra la campaña mundial de la bisexualidad donde se lucha por la inclusión y sobretodo el respeto hacia estos colectivos.

martes, 8 de septiembre de 2015

La importancia de tener una mascota




Dicen que aquellos que jamás amaron a un animal una parte de su alma permanece dormida, sin embargo, aquellos que sí tuvimos la fortuna de experimentarlo, sabemos que se trata de un idilio que durará para siempre.
Muchos, aparecen en nuestras vidas “de repente”, nos acompañan durante 10, 15 tal vez incluso, con suerte, hasta 20 años y pese a lo “efímero” que nos pueda resultar este encuentro, gracias a ellos aprendemos enseñanzas tan válidas como el significado de tener un fiel compañero, fuente de protección y aceptación incondicional. Tras su marcha, una parte de nosotros lo hace con ellos, dejándonos un sabor agridulce pero la fiel certeza de que ha merecido la pena.
En este post hablaremos justamente de esto, de la importancia que puede cobrar en nosotros el hecho de tener una mascota, del encuentro transformador que se produce de esta relación y de cómo sus efectos perduran en el tiempo. Hablaremos de los múltiples beneficios a nivel físico, psicológico y emocional que nos pueden reportar, resultando en ocasiones terapia preventiva al tratamiento de determinadas afecciones y por último, de los aspectos que debemos tener en cuenta si decidimos incorporarlos en nuestras vidas.  ¿Me acompañas?
Las mascotas
Durante años el ser humano se ha interesado por la relación que establecía con los animales. Se ha demostrado que en estados de depresión, estrés, duelo y/o aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento que aumenta la autoestima, el sentido de responsabilidad y favorece una mejor integración en sociedad, resultando una mejora en nuestra calidad de vida. Tal es la magnitud de los efectos que esta interacción puede ocasionar, que de unos años acá surge toda una corriente en psicología denominada, terapia asistida con animales, consistente en la incorporación de un animal, generalmente perro, delfín o caballo, en el tratamiento de determinadas afecciones, con el fin de mejorar el funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo de la persona. Estas terapias están dirigidas por un profesional de la salud mental, generalmente psicólogo, donde el animal, cumple la función de coterapeuta, siendo un punto clave en el proceso de recuperación.
Independientemente de que sea utilizado con fines terapéuticos o no, veamos ahora, algunos  de los efectos beneficiosos que puede tener, tanto para el niño como para el adulto, este tipo de vinculación.
Efectos beneficiosos de tener una mascota:
--Para el niño:  A grandes rasgos, podríamos decir que crecer con una mascota implica educar al pequeño en aspectos como responsabilidad, cuidado y empatía que surgen justamente de la atención que como ser vivo requiere, donde es importante que el niño sea partícipe y no lo asocie sólo con un compañero de juego. La mascota nos ayuda en el establecimiento de vínculos y potencia aspectos como el desarrollo de habilidades sociales.
--Para el adulto: Hacen que nos sintamos seguros y aceptados incondicionalmente, dado que son fuente de amor, afecto y no nos juzgan, disminuyen el sentimiento de soledad, proporcionándonos compañía, incrementan la autoestima y mejoran nuestro estado de ánimo,  debido en parte, a  los cuidados que requieren, aspecto que nos confiere la sensación de valía, incrementando nuestra estima y elevando nuestro ánimo. Disminuyen la tensión y la ansiedad, se ha comprobado que acariciar a un animal nos relaja, haciendo que liberemos endorfinas, hormonas asociadas a placer y bienestar, fomentan la empatía y favorecen el contacto social mejorando a su vez nuestra forma física,  dado que es nuestro deber sacarlos mínimo tres veces al día, lo que ocasiona que hagan y hagamos ejercicio y nos relacionemos con otras mascotas, también nos ayudan en la recuperación de enfermedades, ya que aceleran el  proceso de sanación. Como vemos son múltiples los beneficios que nos pueden reportar.
Si te estás decidiendo a tener un animal es importante que entiendas que no es un juguete por eso antes de plantarte tener uno es necesario que valores una serie de puntos.
Aspectos a estudiar antes de tener una mascota:
--¿Por qué quiero una mascota? Es importante plantearse esta cuestión y valorar que no sea un capricho pasajero. La mascota es un ser vivo, requiere un compromiso y hemos valorar si estamos dispuesto a ello.
--¿Dispongo del tiempo para cuidar de mi mascota? Los animales necesitan tiempo para alimentarlos, bañarlos, llevarlos al veterinario, entrenarlos, jugar, darles cariño. Si no tienes tiempo para ello, no compres una mascota.
--¿Tengo los recursos económicos necesarios para mantener a mi mascota? Un animal merece tener una buena calidad de vida: alimentación, productos de limpieza e higiene, juguetes, cuidados veterinarios. La mascota supondrá un gasto extra que debemos poder asumir.
--¿Puedo tener una mascota en el lugar donde vivo?  En algunas comunidades no permiten mascotas, especialmente si vives de alquiler. Infórmate antes de dar el paso.
--¿Es para mí un buen momento? Las  mascotas requieren cierta estabilidad personal, laboral, de vivienda. Si eres estudiante o viajas como parte de tu trabajo, espera a estabilizarte.
--¿Quién cuidará de mi mascota cuando estés de viaje o de vacaciones?  Necesitarás contar con algún amigo, vecino de confianza, familia o dinero para pagar una guardería para animales, o a una persona que vaya a cuidarla a domicilio.
Conclusión
Si no tenías mascota y después de leer mi post te animas a ello. Sinceramente te deseo lo mejor es sin duda, uno de los mejores vínculos que un ser humano puede hacer.

Este post está dedicado a Bony, mi lindo pedete y mi fiel compañera. Lamentablemente hace unos meses nos dejó, fue una de las experiencias más dolorosas que vivimos en la familia pero los años que estuvo con nosotros también fueron los mejores. Formó parte de nuestra familia casi 17 años y dado el papel tan importante que ha tenido en nuestras vidas, he considerado muy necesario incluirla en mi blog. Gracias por leerme.
 presbiciaemocional@gmail.com

miércoles, 5 de agosto de 2015

Vacaciones

¡El blog cierra por vacaciones!

Nos vemos en Septiembre. Descansar, desconectar y cargar mucho las pilas.
                                                                                                   
                                                                                  ¡Feliz verano para todos!


martes, 21 de julio de 2015

¿Qué es un Sexólogo?


“El conocimiento sexual nos hará libres”

F. Cabello

El mundo de la sexualidad ha estado siempre acompañado de represión, dogmatismo y tabús.
La Sexología como ciencia ha hecho grandes aportaciones en este aspecto, contribuyendo a que las actitudes de rechazo, la ignorancia y sobretodo el miedo, se fueran modificando, dejando atrás esa visión negativa, pudorosa y genitalizada hacia una concepción más holística de la esfera sexual, dotándola de la naturalidad e importancia que merece.
Para todo ello, la figura del Sexólogo cobra vital importancia. Aun y así, todavía existe mucha falsa creencia acerca de este profesional.  Pero, ¿Qué es un sexólogo?, ¿A qué se dedica exactamente?, ¿Qué formación tiene?, ¿Cuáles son sus funciones?, ¿En qué momento es necesario acudir a uno?
En este post daremos respuesta a estas cuestiones y mucho más ¿Me acompañas?

De los inicios de la Sexología a la actualidad
Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos. Vivimos, expresamos y manifestamos nuestra sexualidad a través de nuestras fantasías, creencias, pensamientos, actitudes y roles sociales que vamos a ir adquiriendo a lo largo de nuestro ciclo vital.
La Sexología es la ciencia que se encarga de estudiar el hecho sexual en sí. Es una ciencia relativamente joven, pese a que venimos oyendo hablar de ella desde hace un tiempo. Fue en 1850 cuando Augusto Comte mencionó el término por primera vez.
No es posible hablar de Sexología sin mencionar algunas de las figuras más relevantes en la historia como pudo ser, Freud quien elaboró sus propias teorías sexuales basada en la observación de sus propios pacientes, Alfred Kinsey uno de los pioneros estudiosos en sexualidad humana, de sus investigaciones se extrae la Escala Kinsey que media el grado de orientación sexual de una persona concibiéndolo como un continuum y no como un aspecto de tipo dicotómico.
Sin embargo, parece ser que no fue hasta el matrimonio conformado por Masters and Johnson, considerados padres de la Sexología, quienes en los años 60, revolucionaron el panorama sexual con sus descubrimientos acerca de la respuesta sexual humana. Más tarde Helen Kaplan, elaboró una serie de investigaciones acerca de las disfunciones sexuales y formas de tratarla, tal y como las concebimos en la actualidad.  
El Sexólogo: su formación y funciones
Un sexólogo generalmente es un  médico o psicólogo, aunque también existe personal sanitario que se dedica a ello, pese a que cabe decir que son una minoría, que  tras obtener su licenciatura/grado/carrera universitaria realiza la especialización en Sexología clínica. Ésta, se obtiene a través de un Máster de dos años de duración.
Se deduce, por tanto, que un Sexólogo tarda en obtener su titulación unos 6 años de media. Es por tanto un profesional cualificado y dotado del conocimiento necesario para ejercer su labor sin juicios extraños, pero aun y así, sigue despertando ciertas “resistencias” debido en parte al halo de misterio que aun acompaña a su figura.
Algunos de los aspectos que estudia un Sexólogo son: Los cambios que experimenta nuestro organismo con el paso de los años a nivel fisiológico, anatómico, psicológico y hormonal,  el desarrollo de la respuesta sexual o las diferentes etapas que se experimentan, la anatomía de nuestros genitales, las diferentes variantes y/o formas de expresar y/o manifestar nuestra sexualidad y un largo etcétera.
Aunque no toda nuestra labor sea tratar y prevenir trastornos sexuales, como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, las disfunciones orgásmicas, la falta de deseo sexual, las fobias sexuales, la aversión al sexo o,  los  cuadros que cursan con dolor como vaginismo o dispareunia;  es una parte importante de nuestro trabajo. El 90% de las disfunciones son de tipo psicógeno, por tanto, tienen cura.
Cabe destacar que en función de la formación de base  (si eres médico a psicólogo) la forma de abordar y/o tratar el problema será diferente. Mientras el médico se encarga de tratar las disfunciones sexuales de causa orgánica, el psicólogo lo hace de las de base emocional. Nuestra principal labor gira en torno a la prevención y promoción de la salud sexual con el fin último de mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Pese a los avances realizados, cabe decir que en la actualidad la salud sexual no está contemplada por el estado Español, no figurando la Sexología a nivel institucional a pesar de la vital importancia de esta figura en las escuelas. Sería necesario la implementación de programas de educación afectiva/sexual en las escuelas.
Falsas creencias entorno a la figura del sexólogo
No somos dioses del sexo. Cabe destacar que en contra de la creencia popular, nuestro estudio es de carácter eminentemente teórico. Es importante diferenciar profesional de la sexología de alguien que se dedica al mundo del porno. Somos especialistas diferentes y por tanto nuestra labor/función es distinta.
 No estamos todo el día pensando en sexo. Concebimos la sexualidad como una esfera más de nuestro día a día y la abordamos con la naturalidad que merece.
Un sexólogo puede tener  problemas sexuales, Al igual que un médico puede coger un catarro nosotros también podemos tener problemas sexuales y/o emocionales, poseer el conocimiento teórico no nos hace inmune a sufrirlo.
¿Cuándo acudir a un sexólogo?
Las personas tardan de 3 a 5 años en reconocer que tienen una disfunción sexual y pedir ayuda. Lamentablemente existe mucho pudor en reconocer que tenemos un problema de carácter sexual.
Factores como haber recibido una  educación sexual muy represiva, el grado de expectativas, el nivel de autoestima, tener un  perfil muy exigente y/o perfeccionista puede hacer que nos resistamos a dar el paso.  Sin embargo, llegado el momento es necesario pedir ayuda si uno sólo no se ve capaz. Es importante saber que lo haces por ti con el objetivo de mejorarte y ser más feliz.
Conclusión
Si te encuentras sin las herramientas necesarias y quieres solicitar ayuda psicológica y/o sexológica y crees que yo puedo ayudarte no dudes en contactar conmigo en presbiciaemocional@gmail.com




Podcast del programa de radio en el que colaboro donde hablé sobre la figura del sexólogo: momenttabu.blogspot.com.es/2015/05/29052015-el-rol-de-los-streaptease-en.html

lunes, 13 de julio de 2015

Slow Sex


“El arte de tomárselo con calma”

 
 
Las prisas, el estrés, nuestro ritmo de vida actual, en ocasiones frenético, hace que queramos las cosas “aquí y ahora”, lo más rápido posible, que busquemos la inmediatez, que asociemos rapidez con eficiencia y aunque, tal vez esto, en el mundo laboral nos dé unos resultados, extrapolado al terreno sexual convierte nuestras relaciones en, no todo lo placenteras que podrían llegar a ser.
Los datos hablan por sí solos, le dedicamos poco espacio al placer. De acuerdo con un Informe publicado en 2012 por Durex sobre Bienestar Sexual, reflejaba que los españoles invertimos tan sólo 15,2 minutos en las relaciones sexuales. Este dato, nos sitúa entre los más rápidos a escala mundial, ya que la media se sitúa entorno a los 19.2 minutos en contraposición a países como Hong Kong con una media de 29,4 minutos y Brasil con 27.2 minutos.
Factores como el estrés, los ritmos de vida, la aparición de las redes sociales y el tiempo que le invertimos favorecen esta tendencia.
En este artículo hablaremos sobre una filosofía distinta, trataremos el tema del “slow sex”, veremos en qué consiste,  cuales son los beneficios de practicarla y daremos algunos consejos para parejas que se inician en ello. ¿Me acompañas?
¿Qué es el Slow Sex?
El término “slow” literalmente significa lento. Es un concepto que aboga por reducir el ritmo, disfrutar del camino y otorgar primacía a la calidad antes que a la cantidad. Surge en contraposición al “aquí te pillo aquí te mato” y aunque en un principio podamos asociarlo con el sexo tántrico, lo cierto es que nada tiene que ver.  Para practicar Slow Sex, no es necesario tener unos conocimientos previos, basta con tener predisposición y motivación para ello. Veamos en qué consiste exactamente.
La técnica
A veces nos creamos tanta presión con respecto al sexo que nos olvidamos de su esencia, haciendo que pierda naturalidad. Sexo no es obligación, es una actividad placentera que hacemos porque queremos. 
Nuestra cultura suele idealizar el sexo rápido en pos de la pasión y lo cierto es que esta no tiene porque desaparecer porque el ritmo sea más lento. El orgasmo no es la meta se trata de disfrutar del camino. Tiempo y dedicación serán algunos de los principios básicos de esta técnica.
Pero... ¿Por dónde empiezo? Se cuestiona uno cuando empieza a leer sobre esto. Veamos algunos de los principios básicos para hacer de nuestro encuentro lo más satisfactorio posible.
1.       Céntrate en  tu cuerpo y en lo que va sintiendo: vivimos tan desconectados del cuerpo que a veces resulta complejo este ejercicio, sin embargo se trata de conectar con tu esencia, de escucharte. Es importante centrarse en las caricias, en los besos. Conocer cómo responde mi cuerpo a la estimulación. En contraposición al genitalismo imperante.  

2.       Crea un escenario: El sexo antes de hacerse tiene que hablarse. Es importante crear un escenario. Saber que nos gusta y qué le gusta a mi pareja. La comunicación es un pilar básico en toda relación. Aboguemos por erotizar nuestra psique, cada vez somos más los que reconocemos nuestra sapiosexualidad, nos pone lo intelectual. Potenciemos esta esfera.

3.     Uso de lencería sexy: Los juegos en pareja son súper necesarios. Uno de ellos es el uso de lencería sexy, sobretodo en el caso de la mujer, le puede ayudar a sentirse más guapa y potenciar su feminidad.

 
 4. Uso de juguetes: Actualmente en el mercado tenemos una gran variedad de juguetería erótica para todo tipo de gustos, probar con ello puede ser una experiencia muy gratificante.  El uso de geles y lubricantes, sobretodo los de efecto frio calor suelen tener una buena respuesta por parte de los amantes.
 
5.  Cambiar posturas sexuales y variar ritmos, alargan el proceso y potencian el disfrute.
 
6. Técnica de la parada y arranque: Cuando estamos cerca del momento es importante parar y luego seguir con otro ritmo tal vez más lento con de fin de alargar el momento..
 
Beneficios de practicar Slow sex
--Refuerzas vínculo con tu pareja ya que durante el sexo liberamos Oxcitocina, hormona relacionada con la vinculación y endorfinas,  analgésico natural que nos da sensación de relajación.
--Mejora circulación sanguínea, sobretodo la del área genital
--Mayor oxigenación de los órganos.
 
Esta práctica concede un beneficio adicional a la mujer.Ya que en nosotras existen dos tipos de deseo. Un deseo denominado de fase 1, o preexcitatorio, que se da en el periodo periovulatorio, cuando más revolucionadas están nuestras hormonas y nos permite tener una excitabilidad rápida y alcanzar el orgasmo con poco tiempo de estimulación. Y el deseo fase 2, o postexcitatorio, que es el más frecuente en parejas que llevan un tiempo juntas o en mujeres postmenopáusicas que se excitan partiendo de un estado neutro tras una larga estimulación. Cuando la mujer se encuentra en esta fase, no puede disfrutar del sexo rápido y de ahí la ventaja y necesidad del sexo lento.
 
Conclusión
Con la llegada del verano, las tan deseadas vacaciones es el momento propicio para iniciarse en estas dotes amatorios... Y tú ¿te atreves con el Slow sex?

lunes, 6 de julio de 2015

¿Somos más activos sexualmente en verano?


 
 
Solemos asociar “verano” a “mayor disfrute”. La época estival, en general, suele coincidir con nuestro periodo vacacional, lo que lleva asociado cambios en nuestra rutina, mayor disposición de tiempo libre y una serie de factores que pueden favorecer los encuentros sexuales.
Sin embargo, ¿Es cierto eso que dicen de que en verano aumenta la frecuencia de las relaciones sexuales?, ¿Somos más activos sexualmente con la llegada del calor?, ¿Existe alguna explicación fisiológica que abale todo esto?, ¿Qué factores propician estos aspectos?, ¿Debemos tener mayor precaución si vamos a practicar sexo en verano?
En este post hablaremos de esto y mucho más. ¿Me acompañas?
Sexo en verano
Los datos nos muestran que el número de ventas de preservativos se dispara con la llegada del calor, lo que señala que al menos, la intención de mantener relaciones sexuales existe. Así mismo, si atendemos al número de nacimientos, vemos que la mayor concentración está en los meses de mayo, agosto y diciembre. Si calculásemos 9 meses atrás, observamos que no siempre coincide con periodos cálidos, aspecto que por otro lado tampoco lo convertiría en un indicativo de mayor frecuencia sexual, dado que simplemente, puede responder a la decisión de dejar el método anticonceptivo utilizado.
A pesar de que existe la creencia popular a considerar que en verano las relaciones sexuales aumentan, lo cierto es que a nivel fisiológico no se producen alteraciones significativas en cuanto a líbido se refiere.  Aún y así, los periodos cálidos llevan asociados una serie de factores o modificaciones en nuestro contexto que pueden propiciar o favorecer la predisposición a querer tener sexo. Veamos cuales serían algunos de lo más generales.
Factores que predisponen  las relaciones sexuales en verano:
--Horas de Sol. La época estival se caracteriza, entre otros aspectos, por un aumento de las temperaturas, días más largos y mayores horas de sol. La luz guarda una correlación directa con nuestro estado de ánimo. En general, nos encontramos mejor ante la exposición a este, dado que entre otros aspectos, liberamos endorfinas, hormonas asociadas a sensación de bienestar y relajación.
-- Cambios en nuestra indumentaria. En general, en verano solemos vestir más ligeros de ropa, con colores más alegres, factores que aumentan nuestro atractivo, ayudando a potenciar el  deseo y el erotismo.
--Cambios en la rutina: La época estival suele coincidir con el periodo vacacional lo que lleva asociado una mayor disposición de tiempo libre, aspecto que puede favorecer el hecho de querer tener más relaciones sexuales.
--Más relaciones sociales: En verano solemos realizar más actividades de ocio y suele apetecernos más relacionarnos con los demás.
--Menor estrés En general en verano solemos estar más relajados y tenemos una mayor receptividad al encuentro sexual.
Aun y así, a muchas personas no les gusta la sensación de calor y no consideran esta época como demasiado agradable para los encuentros sexuales. Veamos algunos de los factores que pueden favorecer esto.
Detractores del sexo en verano
Sudor: En verano sudamos más, entre otras cosas, por el aumento de las temperaturas, aspecto que no todo el mundo tolera ya que muchas personas lo consideran desagradable y les hace perder deseo sexual.
Agobio: Muchas personas la sensación de calor les sofoca y agobia lo que hace que merme la actividad general.
Alcohol: En general en verano el consumo de alcohol aumenta, aspecto que entorpece nuestras relaciones sexuales ya que a nivel fisiológico nuestro organismo no responde con la misma efectividad.
Más irascibles: El calor hace que estemos más irascibles lo que puede propiciar las disputas. Siendo esta época donde se produce un mayor número de separaciones e infidelidades.
Un aspecto que sí parece ser diferente en esta época es el  cambio de  escenario siendo más frecuente el hecho de cambiar e innovar, es decir, probar cosas diferentes. Veamos algunos de los escenarios más habituales y qué aspectos debemos tener en cuenta.

Escenarios más recurrentes en verano para tener sexo y aspectos a tener en cuenta:
Sexo en el agua: El agua tiene alto componente erógeno, dado que tendemos a asociarlo con bienestar y relajación.  Es importante tener en cuenta varios factores si vamos a practicar sexo en el agua: en primer lugar el agua elimina la lubricación lo que puede dificultar la penetración, haciendo que esta sea dolorosa.  Otro aspecto a tener en cuenta es el método anticonceptivo utilizado, si vamos a usar preservativo conviene saber que este puede perder eficacia pudiendo llegar a dañar el  látex, tanto el cloro como el agua del mar. Lo idóneo seria realizar la penetración antes de  introducirnos en el agua, pero a muchos no les entusiasma esta idea.
Sexo en la arena: Practicar sexo en la arena de la playa suele ser uno de los escenarios más recurrentes en verano, sin embargo, es conviviente tener en cuenta la postura, es recomendable que sea la chica la que se coloca encima con el objetivo de no dañar el preservativo, en caso de que sea este el método utilizado y evitar también que pueda  entrar arena, dado que podría dañar el canal vaginal, produciendo pequeñas heridas.
Sexo al aire libre:  Con la llegada del calor suele ser más habitual practicar sexo en parques, coches, etc. Conviene tener en cuenta hacerlo en un lugar alejado dado que podrían grabarnos, así mismo  los voyeristas, personas que obtienen excitación sexual observando a terceros practicar sexo suelen aprovechar los despistes de alguno para hacer uso, y por último el tema de las multas dado que no está permitido practicar sexo al aire libre.
Conclusiones:
A pesar de la creencia popular de considerar la época estival como más propicia a los encuentros sexuales lo cierto es que tener o no más sexo va a depender más de nuestra motivación, que de otros aspectos.
Si necesitas asesoramiento sexológico puedes contactar conmigo en  presbiciaemocional@gmail.com

 

 

miércoles, 10 de junio de 2015

Química sexual



Que la química sexual existe, es algo que ya no nos cuestionamos. Sin embargo, ¿Qué es lo que hace que ante la presencia de determinadas personas nos sintamos profundamente atraídos?, ¿Cuáles son los mecanismos que se disparan en nuestro organismo para que se produzca tal reacción?,  ¿Es lo mismo química sexual que compatibilidad sexual?
En este post, intentaremos dar respuesta a todas estas cuestiones, hablaremos de los mecanismos fisiológicos, biológicos y hormonales implicados en estas reacciones, comentaremos qué factores determinan o condicionan nuestra actitud ante el sexo, qué hace que se de mayor compatibilidad sexual en las parejas y posibles formas de potenciarla.   ¿Me acompañas?
La química sexual
La respuesta a, por qué algunas personas nos resultan tan altamente atrayentes, radica en la química sexual, ésta, a diferencia de la compatibilidad sexual, es algo que ocurre o no y por tanto, no podemos provocarla. Está basada en percepciones y reacciones corpóreas ante determinadas personas. Las responsables, en parte, de todo esto son las feromonas. Veamos en qué consisten...
Hormonas y feromonas
Las feromonas son una serie de  sustancias químicas que desprendemos de forma natural a través de la piel y el pelo y nos permiten avisar al otro de aspectos como nuestro estado de salud o disponibilidad sexual. El órgano vomeronasal, situado en nuestra cavidad nasal, será el encargado de captar estas señales, que percibimos de forma inconsciente  y enviar mensajes al hipotálamo, encargado de producir ciertos cambios hormonales, que más adelante comentaremos.
Los niveles de feromonas variarán en función de la época del año, del sexo y la edad y se desprenden principalmente a través de fluidos como: sudor, saliva, lágrimas, orina, secreciones vaginales y a través de la piel y el pelo, como ya hemos comentado. Tienen un papel muy relevante en la fase de excitación de la respuesta sexual humana, ayudando a potenciarla.
La principal feromona masculina es la Androstenona, las mujeres también la secretan pero de forma secundaria, ya que, la principal en ellas es el Androsteneriona y la Copulina que se desprende a través de los fluidos vaginales.
La captación de feromonas y el envió de señales al hipotálamo hace que entren en juego una serie de hormonas. En los hombres juega un papel muy importante la testosterona, vinculada al deseo sexual o líbido y desprendida en grandes cantidades ante la presencia  de parejas que le resulten atrayentes. En la mujer, es importante los niveles de estrógenos, estos, sufrirán variaciones en función del momento de ciclo menstrual en que se encuentren, produciéndose una mayor concentración en el periodo previo a la ovulación.
Dos hormonas implicadas por igual en ambos sexos y con un papel muy relevante son  la adrenalina y la dopamina, ambas, relacionadas con el sistema de recompensa, comentado en posts anteriores, consistente en la necesidad de repetición de conductas ante estímulos que nos generan placer.
Tanto hormonas como  feromonas, funcionan bajo un sistema de retroalimentación, cuando un miembro de la pareja detecta a través del olfato niveles elevados del otro automáticamente este desprende más.
Así mismo, a nivel fisiológico también se producen una serie de respuestas como: taquicardia, sudoración, elevación de la frecuencia cardíaca, aumento de la presión arterial, dilatación pupilar, entre otros.
Aspectos a tener cuenta que pueden interferir en nuestra actitud ante el sexo
Nuestras vivencias, en cierta manera, nos condicionan pero no deberían determinarnos. Factores como la educación sexual que hayamos recibido, las prácticas o experiencias que hayamos tenido,  así como, nuestra autoestima van a influir en como vivamos el sexo y nuestra sexualidad.
Es importante adquirir una conciencia y flexibilidad mental suficiente con respecto a estas temáticas que nos permitan vivir esta esfera de nuestra vida de la forma más natural y cómoda posible. Veamos que es la compatibilidad sexual y como trabajarla...

Compatibilidad sexual y cómo trabajarla
Un buen amante no se nace se hace
Dicen que los mejores amantes de la historia, a su vez, también fueron también grandes amigos, y lo cierto, es que esta frase esconde una gran verdad. El poder de la amistad y la comunicación serán factores clave en la pareja como objeto de trabajar la compatibilidad sexual.
Ser compatible sexualmente, no es otra cosa que conocer al otro, saber pedir y escuchar, dar y recibir, de forma equitativa, así como, ser capaces de  crear un escenario, donde ambos se encuentran cómodos.
Por tanto, la comunicación con la pareja es de vital importancia. La intención, en contra de la creencia popular,  hace más que los atributos físicos.
Si crees que no eres compatible sexualmente con tu pareja, tal vez, sólo sea cuestión de comunicaros más, probar cosas diferentes, hablar abiertamente de gustos y preferencias. Si aún y así, sientes que este tema no os veis capaces de abordarlo, tal vez os estéis planteando la opción de acudir a un especialista, en este caso, estaré encantada de poderos ayudar presbiciaemocional@gmail.com

 

 

 

 

 

 

martes, 12 de mayo de 2015

¿Nos van los malotes?

 
 
 
-“No lo entiendo, soy detallista, atento y cariñoso; estoy pendiente y me preocupo de ella… ¿Qué hago mal? Me canso de quedarme siempre en la franja de amigo -se lamentaba un paciente, el otro día.
 
Esta declaración, junto a una conversación con una buena amiga hizo que me planteará la opción acerca de tratar este tema y plantear algunas cuestiones: ¿Es cierto eso que dicen, de que nos va que nos lo pongan difícil?, ¿Por qué algunas mujeres  parecemos caer rendidas ante estos perfiles de hombre-imposible?, ¿Que tiene el “malote” para que resulte irresistible a determinadas féminas? Y lo más importante, ¿Por qué algunas mujeres parecen no aprender y quedarse ancladas en este tipo de relaciones nada productivas?
 
En este post, hablaremos sobre el perfil de estos sujetos, sobre su forma de proceder y sobretodo, sobre ciertas cuestiones que uno debería tener en cuenta si pretende relacionarse con ellos.  El objetivo, más allá de presentar la psicología de estos sujetos y concienciar a los lectores de las repercusiones que puede tener establecer relaciones afectivas con estas personas es, sobretodo, desmitificar algunos mitos con respecto a esta temática.  ¿Me acompañas?

El perfil del cabroncete triunfador: el macho alfa elevado a la enésima potencia
 
Biológicamente estamos predispuestas a buscar los mejores genes, aquellos que nos reporten un mayor beneficio en pos de la continuidad de nuestra especie. Es lo que conocemos en el reino animal bajo la nomenclatura de “Macho alfa”,  término, que sirve para  designar al animal de la manada que ocupa la posición de líder y que es respetado y obedecido por el resto de grupo. Representa aquel que posee los mejores genes, aspecto que como ya hemos comentado anteriormente es altamente valorado por el grupo, hecho que les concede ocupar el primer puesto en la manada y la oportunidad de recibir rituales reverenciales entorno a sus cualidades. Los machos alfa poseen mayores concentraciones de testosterona en sangre con respecto a su grupo de iguales.
 
Extrapolado a los humanos adquiere un matiz algo más complejo, nosotros tendemos a vincular este concepto con aquellos rasgos de extrema masculinidad, es decir, hombres fuertes, con cuerpo musculoso, actitud de liderazgo y poder; sujetos indomables con aires de altivez.
Suelen ser personas con carisma, altas habilidades sociales, seguridad en si mismos, resolutivos y rápidos en ejecución, unido a un  halo de misterio y rebeldía que despierta la fascinación y atracción de muchas personas, sobretodo, aquellos perfiles que carecen justamente de todos estos atributos.
 
Nuestra sociedad patriarcal, junto al falocentrismo imperante, ha contribuido a que durante generaciones el mensaje que hombres recibían es que para triunfar debían mostrar su hombría y parte de ella, radicaba en el hecho de “no llorar” dado que era considerado una actitud de "niñas" y por tanto, les hacia parecer débiles. Estos mensajes han contribuido a que muchos hombres, a día de hoy, tengan extremas dificultades en gestionar sus emociones, manifestar el afecto y expresar sentimientos.
 
Generalmente y llevado al extremo patológico suelen obedecer a aquellos perfiles de tipo narcisista, comentados en post anteriores,  o  de tipo antisocial, aquellas personas amorales relacionadas con la ilegalidad.
 
Pero ¿Todas buscamos al macho alfa?
 
El prototipo que durante generaciones se asoció a feminidad, personas dulces, empáticas, cariñosas, protectoras, entregadas, altruistas, bondadosas y sobretodo,  maternales, aun existe, aunque no se potencian tanto estos rasgos, para fortuna de muchos.
 
Suelen ser mujeres con un perfil inseguro, carencia de autoestima y limites. Bajo esa inseguridad se esconde la necesidad de protección y quien mejor que un alfa para proporcionársela. Evitativas y dependientes, muchas  veces actuando bajo la falacia de "lo cambiaré con altas dosis de amor", sienten una gran fascinación hacía sujetos de carácter impulsivo e arriesgado.
 
Sin embargo, y afortunadamente no es cierto que todas las mujeres busquemos esto, la edad y la experiencia le ayudan a uno en su proceso de aprendizaje. Con los años, muchas, aprendemos a silenciar nuestro instinto en pos de nuestro bienestar, mientras que otras, por fortuna jamás se sintieron atraídas hacia este tipo de sujetos.
Es cuestión de piel y como todo, tiene una explicación biológica, determinadas mujeres somos más sensibles a determinadas hormonas que  hacen que  te resulte atractivo estos sujetos, perdiendo en ocasiones el norte y despertando tu fiera interior.  
En base al  ensayo error, muchas, acabamos aplicando el raciocionio y aprendemos a vincularnos con un mayor criterio de elección, otorgando primacía al respeto, la admiración y la igualdad en las relaciones afectivas. Las que no son capaces de hacer este ejercicio de madurez acaban pagando las extremas consecuencias de vincularse de este modo.
 
Peligrosidad de estos perfiles
 
 Esta necesidad de domino asociada al "machote" pueden desembocar en relaciones vejatorias, y ninguneantes que le dejan a uno la autoestima minada.
 
La necesidad de querer tener siempre la última palabra, la incapacidad para admitir la  crítica ni los errores, hacen que establezcan relaciones de subordinación resultando prácticamente insoportable al que lo sufre.
La extrema necesidad de recibir pleitesía alimentando su ego en base del menosprecio del otro, camuflando su propia inseguridad  de grandilocuencia, unido a un sexo deshumanizado donde es frecuente las conductas de tipo vejatorio, dado que el otro simplemente actúa como objeto para satisfacer sus necesidades egoístas, hacen que lo que un día nos atrajo, pueda  con el tiempo,  resultar una auténtica tortura.
Son personas vacías interiormente, con altas carencias afectivas y enormes dificultades para implicarse emocionalmente con los demás buscando compensar esa carencias presentándose al mundo como seres superiores. Incapaces de demostrar lealtad, es habitual las conductas de tipo promiscuo.  Se deduce, por tanto, que establecen relaciones que llevan asociado desgaste y sufrimiento.

Conclusiones
 
Afortunadamente, el tiempo de las cavernas quedó obsoleto, en la actualidad abogamos por relaciones igualitarias donde prime el respeto y la admiración mutua, donde no haya que rendir cuentas en pos de pertenecer a nadie, donde se respeten los límites y los espacios de individualidad. Las mujeres actuales buscamos un compañero que nos proporcione estabilidad y no que nos arruine la existencia.
Afortunadamente cada vez existe mayor sensibilización y conciencia social con respecto a estas temáticas aunque todavía se ha de hacer un gran trabajo.

"Si buscas que te devoren que sea algo consensuado y siempre desde el juego"






miércoles, 29 de abril de 2015

Los celos en la pareja


 
 
Tendemos a tildar de “negativas” determinadas emociones que se encuentran asociadas a sentimientos desagradables. Esto es lo que ocurre con el caso de los celos. Es importante entender, que se trata de un sentimiento natural que aflora ante la percepción de amenaza hacia el vínculo creado. Es decir, detectamos un posible intruso y nos ponemos alerta.
Los celos, en sí, son un sentimiento natural y humano que están íntimamente relacionados con el proceso de amar. El problema, no es tanto el sentirlo como la intensidad de los mismos y las consecuencias tan desagradables que puede acarrear, resultando, en muchas ocasiones, contraproducente para la estabilidad del vínculo.
En este post hablaremos de los celos dentro de la pareja, hablaremos del porqué se dan, de sus orígenes, de las diferencias en cuanto a manifestación con respecto a ambos sexos, de los celos patológicos y de cómo trabajarlos. ¿Me acompañas?

Los celos: De sus orígenes al porqué
En las relaciones de tipo romántico y sobretodo en los estadios iniciales de enamoramiento cuando nuestros sentimientos se encuentran “más a flor de piel” estamos algo más susceptibles a la amenaza de los celos. Sentir celos, como ya comentamos al inicio del post, forma parte del proceso natural de amar al otro. Sin embargo, llevado a un extremo puede ser altamente perjudicial, aspecto que trataremos más adelante.
En los estadios iniciales de nuestro desarrollo, cuando aún somos bebés, nuestra única fuente de estabilidad y seguridad provienen del vínculo materno. El tipo de apego que hacemos con nuestro cuidador principal va a ser altamente significativo en nuestra evolución posterior. Si este vínculo es seguro y estable el niño interiorizará que el mundo es un lugar apto para vivir, sin embargo, si esto no ocurre así, el mensaje que interiorizará el pequeño será que el mundo es un lugar hostil y debe aprender a defenderse. Si la base de personalidad no es segura, en estadios posteriores es más fácil que afloren dolencias como ansiedad, depresión o desesperanza. Sin embargo, culpar al pasado es una actitud un tanto externalista y lo coloca a uno a merced de los demás.
Como Psicóloga que apuesta por el proceso de cambio activo, creo que las vivencias determinan pero no deberían condicionar y que uno, debe colocarse como agente activo de su cambio con motivación y espíritu de lucha. Sentir dolor no le hace a uno menos débil, reconocerlo y decidir trabajar sobre aquello que nos perjudica nos engrandece y ayuda a perfeccionarnos.

¿Existen diferencias de género en cuanto a la manifestación de los celos?
Lo cierto es que las recientes investigaciones no parecen hallar diferencias significativas en cuanto al hecho de sentir celos, es decir, se da por igual en ambos sexos. Sin embargo, lo que si varía es el motivo subyacente, mientras en el caso de ellos suelen sufrir más, ante una posible  infidelidad de tipo sexual, nosotras tememos a la de tipo emocional. No soportamos la idea de que haya podido enamorarse de otra persona. Sea por un motivo u otro, lo cierto, es que tanto hombres como mujeres no estamos inmunes al hecho de sentirlo.
Veamos ahora que ocurre cuando estos se apoderan de nosotros.  

Cuando los celos se apoderan de ti: La espiral del celoso
Amar y tener miedo a perder el amor del otro es algo natural y hasta cierto punto positivo, pues favorece que se refuercen los lazos al promover que la persona se esfuerce más por no perder al sujeto amado. Lo importante para no enloquecer es que estos celos sean controlados. Para ello es importante valorar, en el momento que afloran, si esa posible “intrusión” es real o imaginada.
Los celos llevados a un extremo son un sentimiento tóxico que producen degaste y sufrimiento pudiendo llegar a ser paranoides y delirantes y resultando no únicamente  desagradable  para el que lo sufre sino también para el otro miembro de la pareja, dado que percibe que la confianza, pilar básico de cualquier relación,  se halla mermada.
El amor y la relación de pareja se basan, principalmente en el respeto y admiración mutuos.  Una excesiva preocupación suele implicar una necesidad de control que estaría más relacionada con la posesión que con el amor. Cuando los celos son enfermizos, la persona celosa exige y demanda cada vez más del otro. El miedo a perder su amor y su favor comienza a ser un pensamiento obsesivo y continuo, su vida gira únicamente en torno a esta temática, no siendo extraño el hecho de perder otras esferas de su vida, trabajo o amigos.  El celado siente que la relación se vuelve asfixiante y se siente agobiado y vigilado, pudiendo llegar incluso al hastió.
Hay determinadas personalidades de base más insegura que son proclives a verse contaminado por todo esto. La falta de confianza mina la autoestima, es fuente de frustración continua y, literalmente, se convierte en un "sin vivir. Es importante no dejarse envenenar por todo esto. Veamos algunos aspectos que podemos trabajar.

Aspectos a trabajar
-- Trabajar la autoestima y la seguridad en uno mismo, conforma la base para cualquier relación sana tanto con uno mismo como con los demás.
Si te sientes víctima de los celos es importante que entiendas lo siguiente:
-- Tu pareja te ama y te elige. Si no fuera así, no estaría a tu lado. Si alguna vez esto cambiase, no podrás hacer nada para retenerla. El amor no es sinónimo de posesión.
--Todos somos celosos hasta cierto punto  pero no debes permitir que se apoderen de ti.
--Jamás dejes de hacer cosas que te gustan por los celos de tu pareja.
--NO conviertas la presunción en certeza.
--Confía en tu intuición pero no te hagas esclavo de ella.
--Evita pensamientos tóxicos.
--Acepta que eres digno de ser amado.
Si sientes que los celos se apoderan de ti y no te encuentras con los recursos adecuados para salir adelante, tal vez, deberías plantearte la opción de acudir a un especialista, en ese caso y si así lo decides, estaré encantada de poder ayudarte. presbiciaemocional@gmail.com