Solemos asociar “verano” a “mayor
disfrute”. La época estival, en general, suele coincidir con nuestro periodo
vacacional, lo que lleva asociado cambios en nuestra rutina, mayor disposición
de tiempo libre y una serie de factores que pueden favorecer los encuentros
sexuales.
Sin embargo, ¿Es cierto eso que
dicen de que en verano aumenta la frecuencia de las relaciones sexuales?, ¿Somos
más activos sexualmente con la llegada del calor?, ¿Existe alguna explicación fisiológica
que abale todo esto?, ¿Qué factores propician estos aspectos?, ¿Debemos tener mayor
precaución si vamos a practicar sexo en verano?
En este post hablaremos de esto y
mucho más. ¿Me acompañas?
Sexo en verano
Los datos nos muestran que el
número de ventas de preservativos se dispara con la llegada del calor, lo que señala
que al menos, la intención de mantener relaciones sexuales existe. Así mismo,
si atendemos al número de nacimientos, vemos que la mayor concentración está en
los meses de mayo, agosto y diciembre. Si calculásemos 9 meses atrás, observamos
que no siempre coincide con periodos cálidos, aspecto que por otro lado tampoco
lo convertiría en un indicativo de mayor frecuencia sexual, dado que
simplemente, puede responder a la decisión de dejar el método anticonceptivo
utilizado.
A pesar de que existe la creencia
popular a considerar que en verano las relaciones sexuales aumentan, lo cierto es
que a nivel fisiológico no se producen
alteraciones significativas en cuanto a líbido se refiere. Aún y así, los periodos cálidos llevan
asociados una serie de factores o
modificaciones en nuestro contexto que pueden propiciar o favorecer la
predisposición a querer tener sexo. Veamos cuales serían algunos de lo más generales.
Factores que
predisponen las relaciones sexuales en
verano:
--Horas de Sol. La época estival se caracteriza, entre otros
aspectos, por un aumento de las temperaturas, días más largos y mayores horas
de sol. La luz guarda una correlación directa con nuestro estado de ánimo. En
general, nos encontramos mejor ante la exposición a este, dado que entre otros
aspectos, liberamos endorfinas, hormonas asociadas a sensación de bienestar y
relajación.
-- Cambios en nuestra indumentaria. En general, en verano solemos
vestir más ligeros de ropa, con colores
más alegres, factores que aumentan nuestro atractivo, ayudando a potenciar el deseo y el erotismo.
--Cambios en la rutina: La época estival suele coincidir con el
periodo vacacional lo que lleva asociado una mayor disposición de tiempo libre,
aspecto que puede favorecer el hecho de querer tener más relaciones sexuales.
--Más relaciones sociales: En verano solemos realizar más
actividades de ocio y suele apetecernos más relacionarnos con los demás.
--Menor estrés En general en verano solemos estar más relajados y tenemos una mayor receptividad
al encuentro sexual.
Aun y así, a muchas personas no
les gusta la sensación de calor y no consideran esta época como demasiado
agradable para los encuentros sexuales. Veamos algunos de los factores que
pueden favorecer esto.
Detractores del sexo en verano
Sudor: En verano sudamos más, entre otras cosas, por el aumento de las
temperaturas, aspecto que no todo el mundo tolera ya que muchas personas lo
consideran desagradable y les hace perder deseo sexual.
Agobio: Muchas personas la sensación de calor les sofoca y agobia
lo que hace que merme la actividad general.
Alcohol: En general en verano el consumo de alcohol aumenta,
aspecto que entorpece nuestras relaciones sexuales ya que a nivel fisiológico
nuestro organismo no responde con la misma efectividad.
Más irascibles: El calor hace que estemos más
irascibles lo que puede propiciar las disputas. Siendo esta época donde se produce un mayor número de separaciones e infidelidades.
Un aspecto que sí parece ser
diferente en esta época es el cambio
de escenario siendo más
frecuente el hecho de cambiar e innovar,
es decir, probar cosas diferentes. Veamos algunos de los escenarios más
habituales y qué aspectos debemos tener en cuenta.
Escenarios más recurrentes en verano para tener sexo y aspectos a tener
en cuenta:
Sexo en el agua: El agua tiene alto componente erógeno, dado que
tendemos a asociarlo con bienestar y relajación. Es importante tener en cuenta varios factores
si vamos a practicar sexo en el agua: en primer lugar el agua elimina la lubricación lo que puede dificultar
la penetración, haciendo que esta sea dolorosa. Otro aspecto a tener en cuenta es el método
anticonceptivo utilizado, si vamos a usar preservativo conviene saber que este
puede perder eficacia pudiendo llegar a dañar
el látex, tanto el cloro como el
agua del mar. Lo idóneo seria realizar la penetración antes de introducirnos en el agua, pero a muchos no
les entusiasma esta idea.
Sexo en la arena: Practicar sexo en la arena de la playa suele ser
uno de los escenarios más recurrentes en verano, sin embargo, es conviviente
tener en cuenta la postura, es
recomendable que sea la chica la que se coloca encima con el objetivo de no
dañar el preservativo, en caso de que sea este el método utilizado y evitar
también que pueda entrar arena, dado que podría dañar el canal
vaginal, produciendo pequeñas heridas.
Sexo al aire libre: Con la llegada del calor suele ser
más habitual practicar sexo en parques, coches, etc. Conviene tener en cuenta
hacerlo en un lugar alejado dado que podrían grabarnos, así mismo los voyeristas, personas que obtienen excitación
sexual observando a terceros practicar sexo suelen aprovechar los despistes de
alguno para hacer uso, y por último el tema de las multas dado que no está
permitido practicar sexo al aire libre.
Conclusiones:
A pesar de la creencia popular de
considerar la época estival como más propicia a los encuentros sexuales lo cierto
es que tener o no más sexo va a depender más de nuestra motivación, que de
otros aspectos.
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