martes, 21 de julio de 2015

¿Qué es un Sexólogo?


“El conocimiento sexual nos hará libres”

F. Cabello

El mundo de la sexualidad ha estado siempre acompañado de represión, dogmatismo y tabús.
La Sexología como ciencia ha hecho grandes aportaciones en este aspecto, contribuyendo a que las actitudes de rechazo, la ignorancia y sobretodo el miedo, se fueran modificando, dejando atrás esa visión negativa, pudorosa y genitalizada hacia una concepción más holística de la esfera sexual, dotándola de la naturalidad e importancia que merece.
Para todo ello, la figura del Sexólogo cobra vital importancia. Aun y así, todavía existe mucha falsa creencia acerca de este profesional.  Pero, ¿Qué es un sexólogo?, ¿A qué se dedica exactamente?, ¿Qué formación tiene?, ¿Cuáles son sus funciones?, ¿En qué momento es necesario acudir a uno?
En este post daremos respuesta a estas cuestiones y mucho más ¿Me acompañas?

De los inicios de la Sexología a la actualidad
Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos. Vivimos, expresamos y manifestamos nuestra sexualidad a través de nuestras fantasías, creencias, pensamientos, actitudes y roles sociales que vamos a ir adquiriendo a lo largo de nuestro ciclo vital.
La Sexología es la ciencia que se encarga de estudiar el hecho sexual en sí. Es una ciencia relativamente joven, pese a que venimos oyendo hablar de ella desde hace un tiempo. Fue en 1850 cuando Augusto Comte mencionó el término por primera vez.
No es posible hablar de Sexología sin mencionar algunas de las figuras más relevantes en la historia como pudo ser, Freud quien elaboró sus propias teorías sexuales basada en la observación de sus propios pacientes, Alfred Kinsey uno de los pioneros estudiosos en sexualidad humana, de sus investigaciones se extrae la Escala Kinsey que media el grado de orientación sexual de una persona concibiéndolo como un continuum y no como un aspecto de tipo dicotómico.
Sin embargo, parece ser que no fue hasta el matrimonio conformado por Masters and Johnson, considerados padres de la Sexología, quienes en los años 60, revolucionaron el panorama sexual con sus descubrimientos acerca de la respuesta sexual humana. Más tarde Helen Kaplan, elaboró una serie de investigaciones acerca de las disfunciones sexuales y formas de tratarla, tal y como las concebimos en la actualidad.  
El Sexólogo: su formación y funciones
Un sexólogo generalmente es un  médico o psicólogo, aunque también existe personal sanitario que se dedica a ello, pese a que cabe decir que son una minoría, que  tras obtener su licenciatura/grado/carrera universitaria realiza la especialización en Sexología clínica. Ésta, se obtiene a través de un Máster de dos años de duración.
Se deduce, por tanto, que un Sexólogo tarda en obtener su titulación unos 6 años de media. Es por tanto un profesional cualificado y dotado del conocimiento necesario para ejercer su labor sin juicios extraños, pero aun y así, sigue despertando ciertas “resistencias” debido en parte al halo de misterio que aun acompaña a su figura.
Algunos de los aspectos que estudia un Sexólogo son: Los cambios que experimenta nuestro organismo con el paso de los años a nivel fisiológico, anatómico, psicológico y hormonal,  el desarrollo de la respuesta sexual o las diferentes etapas que se experimentan, la anatomía de nuestros genitales, las diferentes variantes y/o formas de expresar y/o manifestar nuestra sexualidad y un largo etcétera.
Aunque no toda nuestra labor sea tratar y prevenir trastornos sexuales, como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, las disfunciones orgásmicas, la falta de deseo sexual, las fobias sexuales, la aversión al sexo o,  los  cuadros que cursan con dolor como vaginismo o dispareunia;  es una parte importante de nuestro trabajo. El 90% de las disfunciones son de tipo psicógeno, por tanto, tienen cura.
Cabe destacar que en función de la formación de base  (si eres médico a psicólogo) la forma de abordar y/o tratar el problema será diferente. Mientras el médico se encarga de tratar las disfunciones sexuales de causa orgánica, el psicólogo lo hace de las de base emocional. Nuestra principal labor gira en torno a la prevención y promoción de la salud sexual con el fin último de mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Pese a los avances realizados, cabe decir que en la actualidad la salud sexual no está contemplada por el estado Español, no figurando la Sexología a nivel institucional a pesar de la vital importancia de esta figura en las escuelas. Sería necesario la implementación de programas de educación afectiva/sexual en las escuelas.
Falsas creencias entorno a la figura del sexólogo
No somos dioses del sexo. Cabe destacar que en contra de la creencia popular, nuestro estudio es de carácter eminentemente teórico. Es importante diferenciar profesional de la sexología de alguien que se dedica al mundo del porno. Somos especialistas diferentes y por tanto nuestra labor/función es distinta.
 No estamos todo el día pensando en sexo. Concebimos la sexualidad como una esfera más de nuestro día a día y la abordamos con la naturalidad que merece.
Un sexólogo puede tener  problemas sexuales, Al igual que un médico puede coger un catarro nosotros también podemos tener problemas sexuales y/o emocionales, poseer el conocimiento teórico no nos hace inmune a sufrirlo.
¿Cuándo acudir a un sexólogo?
Las personas tardan de 3 a 5 años en reconocer que tienen una disfunción sexual y pedir ayuda. Lamentablemente existe mucho pudor en reconocer que tenemos un problema de carácter sexual.
Factores como haber recibido una  educación sexual muy represiva, el grado de expectativas, el nivel de autoestima, tener un  perfil muy exigente y/o perfeccionista puede hacer que nos resistamos a dar el paso.  Sin embargo, llegado el momento es necesario pedir ayuda si uno sólo no se ve capaz. Es importante saber que lo haces por ti con el objetivo de mejorarte y ser más feliz.
Conclusión
Si te encuentras sin las herramientas necesarias y quieres solicitar ayuda psicológica y/o sexológica y crees que yo puedo ayudarte no dudes en contactar conmigo en presbiciaemocional@gmail.com




Podcast del programa de radio en el que colaboro donde hablé sobre la figura del sexólogo: momenttabu.blogspot.com.es/2015/05/29052015-el-rol-de-los-streaptease-en.html

lunes, 13 de julio de 2015

Slow Sex


“El arte de tomárselo con calma”

 
 
Las prisas, el estrés, nuestro ritmo de vida actual, en ocasiones frenético, hace que queramos las cosas “aquí y ahora”, lo más rápido posible, que busquemos la inmediatez, que asociemos rapidez con eficiencia y aunque, tal vez esto, en el mundo laboral nos dé unos resultados, extrapolado al terreno sexual convierte nuestras relaciones en, no todo lo placenteras que podrían llegar a ser.
Los datos hablan por sí solos, le dedicamos poco espacio al placer. De acuerdo con un Informe publicado en 2012 por Durex sobre Bienestar Sexual, reflejaba que los españoles invertimos tan sólo 15,2 minutos en las relaciones sexuales. Este dato, nos sitúa entre los más rápidos a escala mundial, ya que la media se sitúa entorno a los 19.2 minutos en contraposición a países como Hong Kong con una media de 29,4 minutos y Brasil con 27.2 minutos.
Factores como el estrés, los ritmos de vida, la aparición de las redes sociales y el tiempo que le invertimos favorecen esta tendencia.
En este artículo hablaremos sobre una filosofía distinta, trataremos el tema del “slow sex”, veremos en qué consiste,  cuales son los beneficios de practicarla y daremos algunos consejos para parejas que se inician en ello. ¿Me acompañas?
¿Qué es el Slow Sex?
El término “slow” literalmente significa lento. Es un concepto que aboga por reducir el ritmo, disfrutar del camino y otorgar primacía a la calidad antes que a la cantidad. Surge en contraposición al “aquí te pillo aquí te mato” y aunque en un principio podamos asociarlo con el sexo tántrico, lo cierto es que nada tiene que ver.  Para practicar Slow Sex, no es necesario tener unos conocimientos previos, basta con tener predisposición y motivación para ello. Veamos en qué consiste exactamente.
La técnica
A veces nos creamos tanta presión con respecto al sexo que nos olvidamos de su esencia, haciendo que pierda naturalidad. Sexo no es obligación, es una actividad placentera que hacemos porque queremos. 
Nuestra cultura suele idealizar el sexo rápido en pos de la pasión y lo cierto es que esta no tiene porque desaparecer porque el ritmo sea más lento. El orgasmo no es la meta se trata de disfrutar del camino. Tiempo y dedicación serán algunos de los principios básicos de esta técnica.
Pero... ¿Por dónde empiezo? Se cuestiona uno cuando empieza a leer sobre esto. Veamos algunos de los principios básicos para hacer de nuestro encuentro lo más satisfactorio posible.
1.       Céntrate en  tu cuerpo y en lo que va sintiendo: vivimos tan desconectados del cuerpo que a veces resulta complejo este ejercicio, sin embargo se trata de conectar con tu esencia, de escucharte. Es importante centrarse en las caricias, en los besos. Conocer cómo responde mi cuerpo a la estimulación. En contraposición al genitalismo imperante.  

2.       Crea un escenario: El sexo antes de hacerse tiene que hablarse. Es importante crear un escenario. Saber que nos gusta y qué le gusta a mi pareja. La comunicación es un pilar básico en toda relación. Aboguemos por erotizar nuestra psique, cada vez somos más los que reconocemos nuestra sapiosexualidad, nos pone lo intelectual. Potenciemos esta esfera.

3.     Uso de lencería sexy: Los juegos en pareja son súper necesarios. Uno de ellos es el uso de lencería sexy, sobretodo en el caso de la mujer, le puede ayudar a sentirse más guapa y potenciar su feminidad.

 
 4. Uso de juguetes: Actualmente en el mercado tenemos una gran variedad de juguetería erótica para todo tipo de gustos, probar con ello puede ser una experiencia muy gratificante.  El uso de geles y lubricantes, sobretodo los de efecto frio calor suelen tener una buena respuesta por parte de los amantes.
 
5.  Cambiar posturas sexuales y variar ritmos, alargan el proceso y potencian el disfrute.
 
6. Técnica de la parada y arranque: Cuando estamos cerca del momento es importante parar y luego seguir con otro ritmo tal vez más lento con de fin de alargar el momento..
 
Beneficios de practicar Slow sex
--Refuerzas vínculo con tu pareja ya que durante el sexo liberamos Oxcitocina, hormona relacionada con la vinculación y endorfinas,  analgésico natural que nos da sensación de relajación.
--Mejora circulación sanguínea, sobretodo la del área genital
--Mayor oxigenación de los órganos.
 
Esta práctica concede un beneficio adicional a la mujer.Ya que en nosotras existen dos tipos de deseo. Un deseo denominado de fase 1, o preexcitatorio, que se da en el periodo periovulatorio, cuando más revolucionadas están nuestras hormonas y nos permite tener una excitabilidad rápida y alcanzar el orgasmo con poco tiempo de estimulación. Y el deseo fase 2, o postexcitatorio, que es el más frecuente en parejas que llevan un tiempo juntas o en mujeres postmenopáusicas que se excitan partiendo de un estado neutro tras una larga estimulación. Cuando la mujer se encuentra en esta fase, no puede disfrutar del sexo rápido y de ahí la ventaja y necesidad del sexo lento.
 
Conclusión
Con la llegada del verano, las tan deseadas vacaciones es el momento propicio para iniciarse en estas dotes amatorios... Y tú ¿te atreves con el Slow sex?

lunes, 6 de julio de 2015

¿Somos más activos sexualmente en verano?


 
 
Solemos asociar “verano” a “mayor disfrute”. La época estival, en general, suele coincidir con nuestro periodo vacacional, lo que lleva asociado cambios en nuestra rutina, mayor disposición de tiempo libre y una serie de factores que pueden favorecer los encuentros sexuales.
Sin embargo, ¿Es cierto eso que dicen de que en verano aumenta la frecuencia de las relaciones sexuales?, ¿Somos más activos sexualmente con la llegada del calor?, ¿Existe alguna explicación fisiológica que abale todo esto?, ¿Qué factores propician estos aspectos?, ¿Debemos tener mayor precaución si vamos a practicar sexo en verano?
En este post hablaremos de esto y mucho más. ¿Me acompañas?
Sexo en verano
Los datos nos muestran que el número de ventas de preservativos se dispara con la llegada del calor, lo que señala que al menos, la intención de mantener relaciones sexuales existe. Así mismo, si atendemos al número de nacimientos, vemos que la mayor concentración está en los meses de mayo, agosto y diciembre. Si calculásemos 9 meses atrás, observamos que no siempre coincide con periodos cálidos, aspecto que por otro lado tampoco lo convertiría en un indicativo de mayor frecuencia sexual, dado que simplemente, puede responder a la decisión de dejar el método anticonceptivo utilizado.
A pesar de que existe la creencia popular a considerar que en verano las relaciones sexuales aumentan, lo cierto es que a nivel fisiológico no se producen alteraciones significativas en cuanto a líbido se refiere.  Aún y así, los periodos cálidos llevan asociados una serie de factores o modificaciones en nuestro contexto que pueden propiciar o favorecer la predisposición a querer tener sexo. Veamos cuales serían algunos de lo más generales.
Factores que predisponen  las relaciones sexuales en verano:
--Horas de Sol. La época estival se caracteriza, entre otros aspectos, por un aumento de las temperaturas, días más largos y mayores horas de sol. La luz guarda una correlación directa con nuestro estado de ánimo. En general, nos encontramos mejor ante la exposición a este, dado que entre otros aspectos, liberamos endorfinas, hormonas asociadas a sensación de bienestar y relajación.
-- Cambios en nuestra indumentaria. En general, en verano solemos vestir más ligeros de ropa, con colores más alegres, factores que aumentan nuestro atractivo, ayudando a potenciar el  deseo y el erotismo.
--Cambios en la rutina: La época estival suele coincidir con el periodo vacacional lo que lleva asociado una mayor disposición de tiempo libre, aspecto que puede favorecer el hecho de querer tener más relaciones sexuales.
--Más relaciones sociales: En verano solemos realizar más actividades de ocio y suele apetecernos más relacionarnos con los demás.
--Menor estrés En general en verano solemos estar más relajados y tenemos una mayor receptividad al encuentro sexual.
Aun y así, a muchas personas no les gusta la sensación de calor y no consideran esta época como demasiado agradable para los encuentros sexuales. Veamos algunos de los factores que pueden favorecer esto.
Detractores del sexo en verano
Sudor: En verano sudamos más, entre otras cosas, por el aumento de las temperaturas, aspecto que no todo el mundo tolera ya que muchas personas lo consideran desagradable y les hace perder deseo sexual.
Agobio: Muchas personas la sensación de calor les sofoca y agobia lo que hace que merme la actividad general.
Alcohol: En general en verano el consumo de alcohol aumenta, aspecto que entorpece nuestras relaciones sexuales ya que a nivel fisiológico nuestro organismo no responde con la misma efectividad.
Más irascibles: El calor hace que estemos más irascibles lo que puede propiciar las disputas. Siendo esta época donde se produce un mayor número de separaciones e infidelidades.
Un aspecto que sí parece ser diferente en esta época es el  cambio de  escenario siendo más frecuente el hecho de cambiar e innovar, es decir, probar cosas diferentes. Veamos algunos de los escenarios más habituales y qué aspectos debemos tener en cuenta.

Escenarios más recurrentes en verano para tener sexo y aspectos a tener en cuenta:
Sexo en el agua: El agua tiene alto componente erógeno, dado que tendemos a asociarlo con bienestar y relajación.  Es importante tener en cuenta varios factores si vamos a practicar sexo en el agua: en primer lugar el agua elimina la lubricación lo que puede dificultar la penetración, haciendo que esta sea dolorosa.  Otro aspecto a tener en cuenta es el método anticonceptivo utilizado, si vamos a usar preservativo conviene saber que este puede perder eficacia pudiendo llegar a dañar el  látex, tanto el cloro como el agua del mar. Lo idóneo seria realizar la penetración antes de  introducirnos en el agua, pero a muchos no les entusiasma esta idea.
Sexo en la arena: Practicar sexo en la arena de la playa suele ser uno de los escenarios más recurrentes en verano, sin embargo, es conviviente tener en cuenta la postura, es recomendable que sea la chica la que se coloca encima con el objetivo de no dañar el preservativo, en caso de que sea este el método utilizado y evitar también que pueda  entrar arena, dado que podría dañar el canal vaginal, produciendo pequeñas heridas.
Sexo al aire libre:  Con la llegada del calor suele ser más habitual practicar sexo en parques, coches, etc. Conviene tener en cuenta hacerlo en un lugar alejado dado que podrían grabarnos, así mismo  los voyeristas, personas que obtienen excitación sexual observando a terceros practicar sexo suelen aprovechar los despistes de alguno para hacer uso, y por último el tema de las multas dado que no está permitido practicar sexo al aire libre.
Conclusiones:
A pesar de la creencia popular de considerar la época estival como más propicia a los encuentros sexuales lo cierto es que tener o no más sexo va a depender más de nuestra motivación, que de otros aspectos.
Si necesitas asesoramiento sexológico puedes contactar conmigo en  presbiciaemocional@gmail.com