“Él, hombre de
mundo, maestro del engaño, experto en manipulación, oportunista por excelencia
y un completo impostor; habilidades, que no había tenido más remedio que
aprender si quería “sobrevivir”. Aparentemente, un chico fuerte, arrebatadoramente
sexy y muy hábil, sobretodo, para detectar la debilidad ajena... Nadie habría
dicho que en su interior no podía evitar sentirse poco menos que un fracasado perdedor.”
Establecer vinculación con este tipo de sujetos, le deja a uno más
triste pero no lo convierte en más sabio. La sensación de estupefacción, junto
al mal sabor de boca que queda tras su marcha, permanece en el tiempo dejando a
uno, una extraña sensación de indefensión.
Lamentablemente, todos en mayor o menor medida, a la largo de nuestra trayectoria
vital nos veremos expuestos a este perfil. Hablemos del oportunista embaucador, analizaremos su perfil de personalidad y daremos
pautas para reconocerlo y seguir adelante, tras un tipo de vinculación así. ¿Me
compañas?
Características del oportunista embaucador
El oportunismo es la habilidad para detectar y/o visualizar las
ocasiones idóneas de actuación en pro del autobeneficio, sin tener en
consideración al otro. La persona oportunista, carece, entre otros aspectos,
de escrúpulos y empatía, mirando por
su bienestar, sin tener en cuenta, el daño que sus actos puedan causar, pues se
cree con licencia de actuación. Este último aspecto, unido al concepto de
embaucación, le hace desplegar sus habilidades de engaño y manipulación.
El oportunista suele responder a un perfil narcisista y/o psicopático de la personalidad con serias dificultades para establecer vinculaciones
“reales” con los demás. Son personas frías emocionalmente, con dificultades para
reconocer, expresar y gestionar sus propias emociones. Se caracterizan por no poseer escrúpulos, utilizando la
explotación como forma de interacción con el otro, su único objetivo es sacar
partido de las situaciones para su propio beneficio. Incapaces de reconocer el error, jamás hacen una lectura de sus
actos, sienten la necesidad de adulación
constante y pleitesía por parte
de los demás.
Abusan de personalidades que califican como “débiles”, sobretodo,
aquellos perfiles con carencia de límites. Hacen un uso y abuso de ellos, dejándolos
cuando no pueden sacar más provecho. Generalmente suelen presentar un mal pronóstico,
agravándose el cuadro, con el transcurso del tiempo, dado que, no existe conciencia de enfermedad, ni
motivación para el cambio. En pareja, utilizan al otro como trofeo. Tienen serias
dificultades para enamorarse y sólo creen estarlo, cuando pierden al otro. Establecen
relaciones de tipo vejatorio y tóxico. En el sexo, son promiscuos, estableciendo relaciones deshumanizadas girando todo,
en torno a su placer.
Claves para reconocerlo y /o pautas de
actuación
Estar enfrascado en una relación de este tipo, ya sea, a nivel amoroso o no, no es agradable.
En ocasiones, nos encontramos tan implicados que no atendemos a las constantes
señales que nuestro instinto de supervivencia nos lanza. Es necesario reconciliarse
con uno mismo y atender a las señales corporales, generalmente, el cuerpo suelen
ponerse alerta ante estos sujetos pidiéndonos huir, el problema de muchos es
que silenciamos este instinto, buscando racionalizar sus conductas. Es
importante comprender que uno cambia si
quiere y que en situaciones así, lo
mejor es salvarse uno mismo. El desgaste y sufrimiento que acarrea soportar
un tipo de vinculación así, no compensa en absoluto. Presta especial atención
si:
--Si no te hace sentir bien,
lo mejor es que lo dejes estar.
--Si te encuentras haciendo
cosas que no te apetecen y
en realidad no sabes por qué, lo mejor es que pongas distancia y analices con
objetividad la situación.
--Si das mucho más de lo que
recibes implicándote sin encontrar respuesta, no estás en el camino correcto.
--Si descubres que sólo está disponible
cuando son cosas para él: realmente no le importas..
Tal vez duele leerlo, pero cuando antes te enteres mucho mejor. No
busques justificarlo, no intentes cambiarlo, simplemente, huye.
A modo de conclusión
Nadie estamos inmunes de vernos expuestos a un tipo de relación así. Tal
vez, no puedas evitar que otro se acerque a ti con la intención de utilizarte,
pero sí podrás aprender a detectar las señales y no dejar que te nadie te haga
sentir mal, no le des al otro ese poder. Sólo tú puedes cambiar esto.
Si te encuentras en una situación similar y no sabes cómo gestionarlo,
no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de poder ayudarte presbiciaemocional@gmail.com