domingo, 10 de abril de 2016

El oportunista embaucador



        “Él, hombre de mundo, maestro del engaño, experto en manipulación, oportunista por  excelencia y un completo impostor; habilidades, que no había tenido más remedio que aprender si quería “sobrevivir”. Aparentemente, un chico fuerte, arrebatadoramente sexy y muy hábil, sobretodo, para detectar la debilidad ajena... Nadie habría dicho que en su interior no podía evitar sentirse poco menos que un fracasado perdedor.”
Establecer vinculación con este tipo de sujetos, le deja a uno más triste pero no lo convierte en más sabio. La sensación de estupefacción, junto al mal sabor de boca que queda tras su marcha, permanece en el tiempo dejando a uno, una extraña sensación de indefensión.
Lamentablemente, todos en mayor o menor medida, a la largo de nuestra trayectoria vital nos veremos expuestos a este perfil. Hablemos del oportunista embaucador, analizaremos su perfil de personalidad y daremos pautas para reconocerlo y seguir adelante, tras un tipo de vinculación así. ¿Me compañas?

Características del oportunista embaucador
El oportunismo es la habilidad para detectar y/o visualizar las ocasiones idóneas de actuación en pro del autobeneficio, sin tener en consideración al otro. La persona oportunista, carece, entre otros aspectos, de escrúpulos y empatía,  mirando por su bienestar, sin tener en cuenta, el daño que sus actos puedan causar, pues se cree con licencia de actuación. Este último aspecto, unido al concepto de embaucación, le hace desplegar sus habilidades de engaño y manipulación.
El oportunista suele responder a un perfil narcisista y/o psicopático de la personalidad con serias dificultades para establecer vinculaciones “reales” con los demás. Son personas frías emocionalmente, con dificultades para reconocer, expresar y gestionar sus propias emociones. Se caracterizan por no poseer escrúpulos, utilizando la explotación como forma de interacción con el otro, su único objetivo es sacar partido de las situaciones para su propio beneficio. Incapaces de reconocer el error, jamás hacen una lectura de sus actos, sienten la necesidad  de adulación constante y pleitesía por parte de los demás.

Abusan de personalidades que califican como “débiles”, sobretodo, aquellos perfiles con carencia de límites. Hacen un uso y abuso de ellos, dejándolos cuando no pueden sacar más provecho. Generalmente suelen presentar un mal pronóstico, agravándose el cuadro, con el transcurso del tiempo, dado que, no existe conciencia de enfermedad, ni motivación para el cambio. En pareja, utilizan al otro como trofeo. Tienen serias dificultades para enamorarse y  sólo creen estarlo, cuando pierden al otro. Establecen relaciones de tipo vejatorio y tóxico. En el sexo, son promiscuos, estableciendo relaciones deshumanizadas girando todo, en torno a su placer.

Claves para reconocerlo y /o pautas de actuación
Estar enfrascado en una relación de este tipo, ya  sea, a nivel amoroso o no, no es agradable. En ocasiones, nos encontramos tan implicados que no atendemos a las constantes señales que nuestro instinto de supervivencia nos lanza. Es necesario reconciliarse con uno mismo y atender a las señales corporales, generalmente, el cuerpo suelen ponerse alerta ante estos sujetos pidiéndonos huir, el problema de muchos es que silenciamos este instinto, buscando racionalizar sus conductas. Es importante comprender que uno cambia si quiere y que en situaciones así, lo mejor es salvarse uno mismo. El desgaste y sufrimiento que acarrea soportar un tipo de vinculación así, no compensa en absoluto. Presta especial atención si:
--Si no te hace sentir bien, lo mejor es que lo dejes estar.
--Si te encuentras haciendo cosas que no te apetecen y en realidad no sabes por qué, lo mejor es que pongas distancia y analices con objetividad la situación.
--Si das mucho más de lo que recibes implicándote sin encontrar respuesta, no estás en el camino correcto.
--Si descubres que sólo está disponible cuando son cosas para él: realmente no le importas..
Tal vez duele leerlo, pero cuando antes te enteres mucho mejor. No busques justificarlo, no intentes cambiarlo, simplemente, huye.
A modo de conclusión
Nadie estamos inmunes de vernos expuestos a un tipo de relación así. Tal vez, no puedas evitar que otro se acerque a ti con la intención de utilizarte, pero sí podrás aprender a detectar las señales y no dejar que te nadie te haga sentir mal, no le des al otro ese poder. Sólo tú puedes cambiar esto.
Si te encuentras en una situación similar y no sabes cómo gestionarlo, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de poder ayudarte presbiciaemocional@gmail.com