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martes, 30 de enero de 2024

Superar el Ghosting: Cómo hacer un cierre y seguir.

 -“No lo entiendo", - verbalizó - (su mirada reflejaba una mezcla de decepción e ira contenida).“Trabajé con ahínco durante semanas para hacerme entender, él dijo querer leerme y desde entonces, parece no haber hecho el mínimo esfuerzo por intentar entenderme"… (sus palabras reflejaban el dolor que aquella relación había dejado en ella).

 Dejé pasar unos minutos, los suficientes para generar una reflexión, cogí aire y dije: 

- “Ya Mía, pero lamentablemente que tú actúes de la mejor manera que sepas, no implica que la otra persona lo vaya a hacer también, creo...”

- “Me dijo dame unas semanas y NO HE VUELTO A SABER NADA DE ÉL” - (dijo con aún más rabia y cortándome, como acostumbraba a hacer) - “No lo entiendo”, "No lo entiendo", “Parece que no le importe nada”, -repetía en bucle- … (la verdad es que sus rasgos obsesivos, unidos a aquella situación, no ayudaban en ese duelo que ya empezaba a eternizar…)

Volví a coger aire… -“Mía, hemos desviado el foco totalmente, de lo verdaderamente importante, llevamos meses… (volvió a cortarme, fruto tal vez, de su ansiedad... - “así”- me había faltado añadir).

-“¿De qué?” (Dijo como quien de golpe despierta de un fuerte letargo)

- “DE TÍ” 

No sé si fue el tono que ese día empleé, por qué no era la primera vez que teníamos esa misma conversación: calcada, en bucle, igual; quizá llegó el click, pero esta vez: SURGIÓ EFECTO.

Y así fue, como empezamos verdaderamente a trabajar…  A avanzar, a seguir.  


               Ilustración de Comicaína


El caso de Mía no es único, ni peculiar. Las personas como ella (emocionales, sensibles y empáticas) sienten la necesidad de hacer un cierre en sus relaciones, sean del tipo que sean. Necesitan entender las cosas. El problema es que a veces entramos en bucles que no nos dejan avanzar. Sobretodo si la otra persona, en cuestión, desaparece sin más, no está por la labor, le importa bien poco o, ha sufrido un extraño mutismo (selectivo, generalmente).

Últimamente, los medios nos bombardean con términos como: “gosthing” o “responsabilidad afectiva”, parecen neologismos y que por fin hayamos encontrado la explicación para tal comportamiento, pero lo cierto es que esto siempre ha existido.

Llevar el foco al otro intentando entender qué le habrá pasado, es una excusa inconsciente que utiliza tu mente para no ocuparse de lo verdaderamente importante y sobre lo que SÍ tienes un “cierto grado de dominio” y lo pongo entrecomillado por que la realidad es que no dominamos nada… PERO, sí podemos tener algún margen de maniobra en nuestra propia vida, algo a lo que a veces no le hacemos el caso suficiente. Triste, ¿no?

Duele, duele mucho que a una la dejen en la estacada, sin más explicación y con cara de estupefacción, pero cuando Mía, al fin, entendió que llevaba meses en bucle sin avanzar y, que se estaba haciendo un flaco favor, ahí empezó verdaderamente: la terapia.

En este post te voy a hablar de vinculaciones y desvinculaciones, de por qué determinadas personas desparecen sin más, sin mirar atrás (como lema de vida), sin autocrítica y sin cierre de ningún tipo. Del flaco favor que te haces si entras en bucles tóxicos, de la importancia de tu dignidad y amor propio y lo más importante: te daré pautas para que puedas seguir…. Por qué la vida no espera, así que no seas tú la que te quedas a la espera…. ¿Me acompañas?  


De vinculaciones y desvinculaciones:

Dicen que algo se muere en el alma cuando un amigo se va, si a esto le añadimos: decepciones y traiciones, la situación se agrava mucho más.

Cuando alguien “se nos va”, literal o metafóricamente: DUELE. Generándose un vacío de difícil digestión. Las personas hacemos muchas cosas para intentar evitar el dolor, no nos gusta desnudar el alma y exponernos a él. Sin embargo, es absolutamente necesario transitarlo para poder superarlo.

Superar no es olvidar, ni el daño, ni la situación, ni siquiera a la otra persona. Superar es ser capaz de recordar sin que duela, al menos sin que paralice, sin que me quede sin aire, sin ese dolor que parece desgarrarme.

Superar es seguir a pesar de los años y los desengaños.

Superar es hacerse más fuerte y no ser lo que te hicieron.

Y aunque si bien: volverán las oscuras golondrinas como decía Bécquer, la verdad es que lo fue, difícilmente volverá.

A veces, fruto del dolor, buscamos un reemplazo similar, sin entender que lo especial que tuvimos no lo vamos a encontrar y ese, ese es el duelo final. Asumir, que lo que queda es cómo me hicieron sentir y la huella que dejaste y te dejaron.

Los mecanismos por los cuales las personas nos vinculamos y desvinculamos son arduo complejos, no voy a teorizar aquí sobre ello, al menos no hoy, aunque el apego tiene mucho que ver en esto (te hablaré de ello en futuros posts).

Algunas personas parecen desvincularse sin más, como si no hubiéramos supuesto nada, dejándote en el camino cómo quien tira unos zapatos rotos; otros, con ese mismo zapato, necesitan hacer un cierre y agradecer el servicio que les prestó. Ya ves, que distintos podemos llegar a ser...

Veamos un poco por encima estos perfiles que parecen desconectar sin más y por qué.


El que se marcha sin más: perfiles, pseudoperfiles y otras malas hierbas.

 
“Si esperas que el tiempo, sin más, haga su curso, 
si esperas que con el tiempo se me pase, es que no has entendido nada.

El tiempo en algunos casos solo hace que agravar más algunas situaciones.

Las personas deberíamos hablar para que se nos pasara, no cuando se nos pase.

Nos ahorraríamos muchos disgustos si actuáramos así.

Pero explicarle esto a quien no le interesa, es cuanto menos: UNA UTOPIA”


Tres tipos duros de mollera:

-1. El apego evasivo: Como te comentaba anteriormente, el apego es la base de cómo aprendimos a vincularnos y desvincularnos. Las personas con apego evasivo o evitativo huyen del compromiso. Son poco confrontativas. Enseguida se sienten abrumadas al intimar y crean defensas. Ante los conflictos, actúan con silencios y rara vez, acedes a su mundo interior. Suelen tener mayor predisposición a la infidelidad, como boicot inconsciente al vínculo principal y, para preservar su autonomía, pues temen la fusión con el otro.

2. Personas deshonestas, desleales y traicioneras: Hay personas cuyos propósitos vitales son un tanto cuestionables. Personas que: la lealtad, la honestidad y la sinceridad, que no el sincericidio, no forman parte de su repertorio. Actuando por mero egoísmo sin medir las consecuencias, ni el daño de sus actos. Son simple y llanamente: “malas personas”.

3. La tríada oscura: Narcisistas, psicopáticos y otras malas hierbas. Los perfiles narcisistas y psicopáticos no establecen una vinculación real con sus víctimas, simplemente: las utilizan. Cuando han conseguido de ellas lo que querían, las dejan sin más, importándoles bien poco el daño causado, ya que no tienes calidad de sujeto sino de objeto.  

Si has tenido la desgracia de toparte con alguno de estos tres tipos duros de mollera. (en tipo, englobamos toda tipología de “persona”). El cierre, te tengo que adelantar,  que te lo tendrás que hacer tú… No esperes sacar nada en claro de estas personas. Manipulan y utilizan a partes iguales y cuando ya no les haces falta, se van. Sin más.  

La importancia de preservar la dignidad y trabajar en tu amor propio

Ante cualquier relación has de entender que lo más importante eres . Preservar tu dignidad y ponerte en valor, es vital, ya que en función de donde te sitúes, permitirás un trato u otro.

Te aconsejo que por mucho que duela, te vayas siempre de aquellos lugares donde sientas que no te tratan bien. Que no permitas deslealtades, que te sitúes cómo prioridad.  Que el amor, no va de eso. Ni el propio, ni el ajeno.

Para profundizar en esto, te dejo un post anterior de mi perfil de Instagram. Click aquí. 

Trabajar en una misma es el camino más maravilloso para gozar de una excelente paz mental. Tú eres la persona que te acompañará en todo tu camino, así que trátate con amor.

Veamos cómo facilitarte el proceso, cómo seguir pese a todo.

Pautas para hacer un cierre y seguir.

--- Ponte día y hora: Si eres un poco Mía también y tienes facilidad para entrar en bucles obsesivos, te aconsejo que te pongas día y hora para tratar este tema, contigo misma. ¡Sí, sí, como lo lees! Puede sonar extraño, pero cuando estamos en bucle, nos cuesta mucho desconectar y nos acaba afectando a otras esferas de nuestra vida. No se trata de evadir el tema si te sigue doliendo, pero sí de ser justa y dedicarle un tiempito, ni más, ni menos.

Cítate una hora, máximo dos, al día (o la frecuencia que tu estimes oportuna, pero no más de esto) y dedícate a darle vueltas y más vueltas al tema. Ahora eso sí, prométeme que el resto de las horas del día vas a dirigir la atención a otras tareas.  Con el tiempo, los tiempos se irán reduciendo. Te lo prometo.

--- Llóralo y grítalo hasta que ya no te duela: Las cosas que duelen hay que sacarlas fuera, nada de dejarlas dentro. Si necesitas llorar, hazlo y, si es cada día, no pasa nada. Eres tú y son tus emociones, no permitas que nadie te las cuestione.  

--- Sal a caminar, medita, ten contacto con la naturaleza: Se ha demostrado que tener contacto con la naturaleza baja nuestros niveles de cortisol, nuestra hormona de estrés preferida. Caminar dándote unos rayitos de sol y practicar la meditación, te ayuda a conectar con el aquí y el ahora y, a cuidarte. Apps como Calm pueden ser un buen recurso.

--- Busca un arte donde expresarte: Si se te da bien leer, escribir, pintar, cantar, bailar, lo que sea: exprésate, sácalo fuera.  Busca tu catalizador.

--- Busca nuevas rutinas, alicientes y propósitos. Que te den motivación y te inspiren a seguir. 

--- Cuéntalo, explícalo, habla de tu historia: Te ayudará y ayudarás.

--- Créate tu comité de expertos, consejo de sabios y/o tus apoyos incondicionales: En momentos de crisis uno hace balance y ve: quien sí, quien nunca y quien, ya no. Los de verdad, aguantan el chaparrón porque te quieren y entienden tus procesos, por pesada que seas.

--- La silla vacía: Técnica de la Gestalt para aquellas conversaciones pendientes cuando no hemos tenido oportunidad, bien sea porque el otro ha fallecido o porque no quiere saber de nosotros. Un buen ritual para despedirse. Profundiza más sobre este tema aquí:

--- Descondiciona: Vuelve a aquellos lugares con recuerdos y créate nuevos. Conserva uno o dos sitios, si quieres, pero no más.  Una vez tuve una paciente que prácticamente no podía ir a ningún barrio de Barcelona por qué todo le recordaba a él. No te hagas esto.

--- Ríete y da gracias: Por lo que fue, lo que supuso y sobretodo, suelta y deja ir.

Si necesitas gestionar un duelo perverso o una situación que te tiene algo estancada y crees que necesitas ayuda, puedes escribirme. 

Estaré encantada de poder ayudarte: vvivero@copc.cat.



sábado, 8 de octubre de 2016

¿Fuimos las personas correctas en el momento equivocado? Las oportunidades que dejamos escapar


                                                                                                                 " A tí"
                                                                      "Y a lo que habríamos sido de no ser por los dos"

¿Qué os parece el título de mi post? Seguro que en más de una ocasión habéis escuchado esta mítica frase, sea en un contexto u otro. Dejando de lado la vertiente más poética o romántica que le puede acompañar, me interesa adoptar un punto de vista “práctico” de la misma. Si os fijáis, aparece entre interrogación porque justamente, lo primero que despierta en quién lo recibe es duda, acompañado, de esperanza, así como, la sensación de que un ciclo no se ha cerrado del todo. Por no hablar, de la posible “culpa” o  la extraña sensación de “lo que pudo ser y no fue”, sea como sea, no nos ayuda a avanzar… Además, en la mayoría de ocasiones, la persona que hace uso de ello, sólo busca “edulcorar” el amargor ante lo que interpreta como un posible fracaso y/o como excusa para “no quedar mal” ante el miedo a una evaluación negativa por parte del otro.

Yo siempre digo a mis pacientes que "si algo no te hace vibrar significa que no es para ti".

Como sabéis, a lo largo de la vida vamos a tener que tomar decisiones, algunas serán triviales y otras en cambio, pueden determinar nuestras vidas. En este post, hablaremos de las oportunidades y los “fracasos”, de la importancia de tomar decisiones, de por qué a determinados perfiles les cuesta tanto y de estrategias para gestionarlo. ¿Me acompañas?

Aprende a ver cada posible fracaso o derrota como una oportunidad

Henry Ford, decía que el fracaso supone una oportunidad para que empecemos de nuevo pero con más inteligencia. Y así es. En la mayoría de ocasiones, el ser humano aprende por ensayo y error, así que debemos tener muchos intentos fallidos para hallar aquello que verdaderamente nos haga sentir bien y nos defina. La mayoría de ocasiones el problema no radica en el mismo, sino en la interpretación que hacemos de éste. La forma en que interpretemos nuestra realidad será vital para actuar. Por eso es importante que sepamos hacer una lectura adecuada que nos permita aprender de cada fallo y entonces, no será necesario que lo nombremos así.

Qué es una oportunidad

En muchas ocasiones se nos plantean desafíos. Tras la incapacidad para tomar una decisión está el miedo a actuar. Dudar, no es malo, pero permanecer anclado en ello puede tener graves efectos sobre nuestro equilibrio emocional.

Los efectos negativos de no tomar decisiones

Dicen que quien pospone demasiado deja de vivir: Algunas personas se encuentran ancladas en el proceso de duda, aspecto que lleva asociado altos niveles de ansiedad y desesperanza. Existen determinados rasgos de personalidad que  pueden favorecer este estado:

--Baja autoestima y falta de confianza en uno mismo: Ambas alimentan la idea de “poca valía”, la persona no se siente capaz de tomar decisiones por sí misma, anticipando el fracaso y creyéndose “poco apto”.

--Dependencia de las demás y altas necesidades de aprobación: Las personas con necesidad de aprobación externa no son capaces de tomar decisiones por sí mismas, esperando que sean los demás los que lo tomen por ellos, excluyéndose de este modo de responsabilidades, ante la falsa creencia de que así “no defraudarán a nadie”.

--Nivel de exigencia elevado y/o perfeccionismo: Los altos niveles de ambas, paralizan a la persona a la acción quedando inmersas en la búsqueda del ideal que persiguen.

----Tendencia a la evitación: Los estilos evitativos suelen postergar las decisiones, esperando que la vida los tome por ellos.

--Desconexión emocional del organismo vs emoción: Las personas que viven desconectadas de su cuerpo y no se permiten escucharlo, presentan problemas emocionales y resultan más dubitativas.

--Baja tolerancia a la frustración: Ser capaces de tolerar la derrota es de vital importancia para madurar y saber encajar las decisiones con serenidad. Aprender a identificar la estrategia que juega nuestra mente para incapacitarnos será de vital importancia para poder hacer frente a todo y aprender a actuar.
Veamos cómo podemos tomar decisiones de forma adaptativa.

Estrategias para gestionar la duda y la toma de decisiones

Siempre que tomamos una decisión debemos comprender que implica perder una alternativa.  En función del grado de compromiso que implique la decisión a tomar,  nos costará más llevarla a cabo. Algunas de las estrategias para tomar decisiones de forma eficaz serian:

-Identifica el miedo que hay detrás: ser capaces de identificar el miedo que nos paraliza es un primer paso para tomar consciencia y poder enfrentarlo.

- Identifica tu propósito: Si tenemos claro nuestro propósito, tal vez, sea más fácil encontrar el motor que nos impulse a la acción y nos saque del estancamiento.

-Haz un listado de pros y contras considerando las implicaciones de cada opción: ser capaces de analizar de forma exhaustiva las probabilidades, las ventajas y desventajas de cada decisión, nos ayudará a tomar mayor conciencia de la misma y actuar desde la sensatez.

-Conecta con tu emoción. Pese a lo expuesto en el punto anterior es importante entender que un exceso de racionalización es malo, debemos ser capaces también de conectar con nuestra emoción y sus necesidades.

-Ten valor: Es importante adquirirlo para poderte enfrentar con eficacia a las distintas situaciones vitales.

-- Entiende que forma parte del proceso de madurez: Aprender a tomar decisiones y hacerse responsable de ellas, forma parte del proceso de crecimiento y aprendizaje vital.

Si tienes dudas o consultas puedes escribirme a presbiciaemocional@gmail.com



lunes, 13 de julio de 2015

Slow Sex


“El arte de tomárselo con calma”

 
 
Las prisas, el estrés, nuestro ritmo de vida actual, en ocasiones frenético, hace que queramos las cosas “aquí y ahora”, lo más rápido posible, que busquemos la inmediatez, que asociemos rapidez con eficiencia y aunque, tal vez esto, en el mundo laboral nos dé unos resultados, extrapolado al terreno sexual convierte nuestras relaciones en, no todo lo placenteras que podrían llegar a ser.
Los datos hablan por sí solos, le dedicamos poco espacio al placer. De acuerdo con un Informe publicado en 2012 por Durex sobre Bienestar Sexual, reflejaba que los españoles invertimos tan sólo 15,2 minutos en las relaciones sexuales. Este dato, nos sitúa entre los más rápidos a escala mundial, ya que la media se sitúa entorno a los 19.2 minutos en contraposición a países como Hong Kong con una media de 29,4 minutos y Brasil con 27.2 minutos.
Factores como el estrés, los ritmos de vida, la aparición de las redes sociales y el tiempo que le invertimos favorecen esta tendencia.
En este artículo hablaremos sobre una filosofía distinta, trataremos el tema del “slow sex”, veremos en qué consiste,  cuales son los beneficios de practicarla y daremos algunos consejos para parejas que se inician en ello. ¿Me acompañas?
¿Qué es el Slow Sex?
El término “slow” literalmente significa lento. Es un concepto que aboga por reducir el ritmo, disfrutar del camino y otorgar primacía a la calidad antes que a la cantidad. Surge en contraposición al “aquí te pillo aquí te mato” y aunque en un principio podamos asociarlo con el sexo tántrico, lo cierto es que nada tiene que ver.  Para practicar Slow Sex, no es necesario tener unos conocimientos previos, basta con tener predisposición y motivación para ello. Veamos en qué consiste exactamente.
La técnica
A veces nos creamos tanta presión con respecto al sexo que nos olvidamos de su esencia, haciendo que pierda naturalidad. Sexo no es obligación, es una actividad placentera que hacemos porque queremos. 
Nuestra cultura suele idealizar el sexo rápido en pos de la pasión y lo cierto es que esta no tiene porque desaparecer porque el ritmo sea más lento. El orgasmo no es la meta se trata de disfrutar del camino. Tiempo y dedicación serán algunos de los principios básicos de esta técnica.
Pero... ¿Por dónde empiezo? Se cuestiona uno cuando empieza a leer sobre esto. Veamos algunos de los principios básicos para hacer de nuestro encuentro lo más satisfactorio posible.
1.       Céntrate en  tu cuerpo y en lo que va sintiendo: vivimos tan desconectados del cuerpo que a veces resulta complejo este ejercicio, sin embargo se trata de conectar con tu esencia, de escucharte. Es importante centrarse en las caricias, en los besos. Conocer cómo responde mi cuerpo a la estimulación. En contraposición al genitalismo imperante.  

2.       Crea un escenario: El sexo antes de hacerse tiene que hablarse. Es importante crear un escenario. Saber que nos gusta y qué le gusta a mi pareja. La comunicación es un pilar básico en toda relación. Aboguemos por erotizar nuestra psique, cada vez somos más los que reconocemos nuestra sapiosexualidad, nos pone lo intelectual. Potenciemos esta esfera.

3.     Uso de lencería sexy: Los juegos en pareja son súper necesarios. Uno de ellos es el uso de lencería sexy, sobretodo en el caso de la mujer, le puede ayudar a sentirse más guapa y potenciar su feminidad.

 
 4. Uso de juguetes: Actualmente en el mercado tenemos una gran variedad de juguetería erótica para todo tipo de gustos, probar con ello puede ser una experiencia muy gratificante.  El uso de geles y lubricantes, sobretodo los de efecto frio calor suelen tener una buena respuesta por parte de los amantes.
 
5.  Cambiar posturas sexuales y variar ritmos, alargan el proceso y potencian el disfrute.
 
6. Técnica de la parada y arranque: Cuando estamos cerca del momento es importante parar y luego seguir con otro ritmo tal vez más lento con de fin de alargar el momento..
 
Beneficios de practicar Slow sex
--Refuerzas vínculo con tu pareja ya que durante el sexo liberamos Oxcitocina, hormona relacionada con la vinculación y endorfinas,  analgésico natural que nos da sensación de relajación.
--Mejora circulación sanguínea, sobretodo la del área genital
--Mayor oxigenación de los órganos.
 
Esta práctica concede un beneficio adicional a la mujer.Ya que en nosotras existen dos tipos de deseo. Un deseo denominado de fase 1, o preexcitatorio, que se da en el periodo periovulatorio, cuando más revolucionadas están nuestras hormonas y nos permite tener una excitabilidad rápida y alcanzar el orgasmo con poco tiempo de estimulación. Y el deseo fase 2, o postexcitatorio, que es el más frecuente en parejas que llevan un tiempo juntas o en mujeres postmenopáusicas que se excitan partiendo de un estado neutro tras una larga estimulación. Cuando la mujer se encuentra en esta fase, no puede disfrutar del sexo rápido y de ahí la ventaja y necesidad del sexo lento.
 
Conclusión
Con la llegada del verano, las tan deseadas vacaciones es el momento propicio para iniciarse en estas dotes amatorios... Y tú ¿te atreves con el Slow sex?

viernes, 9 de enero de 2015

¿Puede el amor ser una addicción?


Amores que matan:
“Cuando el amor se convierte en adicción”

“Te quiero más que a mis ojos,
Te quiero más que a mi vía,
Más que el aire que respiro
Y más que a la mare mía”

¿Puede el amor ser una adicción?

Adicción es una palabra que no nos gusta, implica aquello que escapa de nuestra vigilancia, y generalmente, solemos asociarlo con la imagen del típico heroinómano que ha perdido el control de su vida, siendo esta, altamente autodestructiva y convirtiéndole en un esclavo  hacia aquello de lo que depende.
Este patrón de funcionamiento, podemos extrapolarlo a determinadas  formas de vincularnos que acarrean consigo desgaste y sufrimiento y que si uno no pone límites a tiempo, da lugar a serias consecuencias ,tanto a nivel físico como mental, pudiendo incluso, resultar fatales.
Se trataría de lo que en psicología conocemos con el nombre de dependencia afectiva, dependencia emocional o, simplemente, adicción al amor.


¿En qué se basa la dependencia emocional?

La dependencia afectiva es un patrón o forma de vinculación, altamente destructiva caracterizada por: la sumisión,  la abnegación, el sometimiento y la servidumbre para con el otro, situando a este, como centro de nuestra  existencia.

El objeto amoroso es altamente idealizado, siendo este, el único  causante de nuestra felicidad y llegando a controlar las emociones de la persona. Los comportamientos obsesivos entorno al objeto amado son habituales, ejemplos de ello serian las frecuentes llamadas, la necesidad del acceso constante al otro, el que este ocupe todos los nuestros pensamientos, o la necesidad de recibir “muestras de amor”. Este tipo de actuaciones suele responder al miedo o temor a ser abandonados.

Las personas dependientes tienen una alta tolerancia al sufrimiento teniendo poca consideración de su integridad personal y  llegando a soportar cosas que otra persona, por pura supervivencia, no aguantaría. Son habituales, las justificaciones de los desprecios del otro, los esfuerzos heroicos por mantener la relación y la atribución de culpa, esto último, les genera la falsa sensación de control, dado que si ellos son los culpables pueden hacer algo para corregirlo, de ahí los esfuerzos por mejorarse, por seguir complaciendo, creen que por medio del amor el otro cambiará, tienen bajo amor propio.
Las relaciones de este tipo son dramáticas, llenas de excitación, sufrimiento y un alto grado de erotismo y sexualidad. El sexo es el vehículo de unión actuando este como reforzador del vínculo.

 Aunque si bien es cierto que se da en ambos sexos, este fenómeno, parecer ser más común entre mujeres, que además, suelen responder al papel o rol en la relación de “salvadoras”, psicoterapeutas  o madres.
La sociedad  occidental favorece  el ideal de amor romántico caracterizado por la fusión con el otro, la  entrega absoluta o la idea de que sólo existe un ser con el que seremos felices, nuestra “media naranja”.
 
Parejas de las dependientes

La voracidad por ser amado unido al proceso de idealización del otro, les lleva proyectar en el objeto amado lo que buscan y no pararse analizar con quién realmente están.
Suele ser frecuentes que se vinculen con depredadores, narcisista y  explotadores, es decir, personas emocionalmente inadecuadas, adictos al trabajo, al alcohol u/o otro tipo de sustancias, promiscuos o aquellos que por diversas causas no pueden amarlas, es decir, sujetos que resultan inaccesibles emocionalmente. Además, rechazan a cualquiera que no les aporte ese “vértigo” que todo adicto necesita sentir, el chute de adrenalina diaria que necesitan para subsistir. La gente buena les resulta “aburrida”.
Al inicio de la relación, se produce un alto grado de excitación y euforia fruto de la ilusión desmedida. Sin embargo, los miedos al abandono pronto aparecen, haciendo que cada vez la persona se vuelva más sumisa con el fin de mantener el vínculo.
Algunas de las consecuencias que acarrean el mantenimiento de este tipo de vinculación son: a nivel físico: anemias, descalcificación ósea, aumento del cortisol, problemas digestivos, problemas dermatológicos como erupciones cutáneas y un largo etcétera; por otro lado, a nivel psicológico encontramos: cuadros ansiosos, depresivos, dificultades para conciliar el sueño y alteraciones alimentarias, aunque sin duda,  la esfera más repercutida es la autoestima y la integridad de la persona, siendo necesario un importante trabajo en este área.
 
Conclusiones:
Si te has sentido identificada/o con estos escritos quiero que recuerdes que:

--Todos en cualquier momento nos podemos ver envueltos en un tipo de relación así.
--Estar enamorado no es igual a sufrir. Esto debería ser una experiencia única y maravillosa que poder disfrutar.
--Eres una persona digna que merece ser tratado con respeto
_Nadie es más que tu ni debe hacerte sentir mal

-- Tú eres el responsable de poder cambiar todo esto y yo te aseguro que se puede. Sólo necesitas altas dosis de paciencia y fe en tu proceso de cambio =)

“A todos aquellos que ya sea con o sin sustancia, un día, vencieron sus dependencias”