" A tí"
"Y a lo que habríamos sido de no ser por los dos"
¿Qué os parece el título de mi post? Seguro que en más de una
ocasión habéis escuchado esta mítica frase, sea en un contexto u otro. Dejando
de lado la vertiente más poética o romántica que le puede acompañar, me
interesa adoptar un punto de vista “práctico” de la misma. Si os fijáis, aparece entre interrogación porque
justamente, lo primero que despierta en quién lo recibe es duda, acompañado, de esperanza, así como, la sensación de que un ciclo no se ha cerrado del todo. Por no hablar, de la
posible “culpa” o la extraña sensación de “lo
que pudo ser y no fue”, sea como sea, no nos ayuda a avanzar… Además, en la mayoría de ocasiones, la persona
que hace uso de ello, sólo busca “edulcorar”
el amargor ante lo que interpreta como un posible fracaso y/o como excusa para
“no quedar mal” ante el miedo a una evaluación negativa por parte del otro.
Yo siempre digo a mis pacientes que "si algo no te hace vibrar significa que no es para ti".
Como sabéis, a lo largo de la vida vamos a tener que tomar
decisiones, algunas serán triviales y otras en cambio, pueden determinar
nuestras vidas. En este post, hablaremos de las oportunidades y los “fracasos”,
de la importancia de tomar decisiones, de por qué a determinados perfiles les
cuesta tanto y de estrategias para gestionarlo. ¿Me acompañas?
Aprende a ver cada posible fracaso o
derrota como una oportunidad
Henry Ford, decía que el fracaso supone una oportunidad para que
empecemos de nuevo pero con más inteligencia. Y así es. En la mayoría de ocasiones, el ser humano aprende por ensayo y error, así que debemos tener muchos intentos
fallidos para hallar aquello que verdaderamente nos haga sentir bien y nos
defina. La mayoría de ocasiones el problema no radica en el mismo, sino en la
interpretación que hacemos de éste. La forma en que interpretemos nuestra
realidad será vital para actuar. Por
eso es importante que sepamos hacer una lectura adecuada que nos permita
aprender de cada fallo y entonces, no será necesario que lo nombremos así.
Qué es una oportunidad
En muchas ocasiones se nos plantean desafíos. Tras la
incapacidad para tomar una decisión está el miedo a actuar. Dudar, no es malo,
pero permanecer anclado en ello puede tener graves efectos sobre nuestro
equilibrio emocional.
Los efectos negativos de no tomar
decisiones
Dicen que quien
pospone demasiado deja de vivir: Algunas
personas se encuentran ancladas en el proceso de duda, aspecto que lleva asociado altos niveles de ansiedad y
desesperanza. Existen determinados rasgos
de personalidad que pueden favorecer
este estado:
--Baja autoestima y falta de confianza en uno mismo: Ambas alimentan
la idea de “poca valía”, la persona
no se siente capaz de tomar decisiones por sí misma, anticipando el fracaso y
creyéndose “poco apto”.
--Dependencia de las demás y altas necesidades de aprobación:
Las personas con
necesidad de aprobación externa no son capaces de tomar decisiones por sí
mismas, esperando que sean los demás los que lo tomen por ellos, excluyéndose
de este modo de responsabilidades, ante la falsa creencia de que así “no defraudarán a nadie”.
--Nivel de exigencia elevado y/o perfeccionismo: Los altos niveles de ambas, paralizan
a la persona a la acción quedando inmersas en la búsqueda del ideal que
persiguen.
----Tendencia a la evitación: Los estilos evitativos suelen
postergar las decisiones, esperando que la vida los tome por ellos.
--Desconexión emocional del organismo vs emoción: Las personas que viven desconectadas
de su cuerpo y no se permiten escucharlo, presentan problemas emocionales y
resultan más dubitativas.
--Baja tolerancia a la frustración: Ser capaces de tolerar la derrota es
de vital importancia para madurar y saber encajar las decisiones con serenidad.
Aprender a identificar la estrategia que juega nuestra mente para
incapacitarnos será de vital importancia para poder hacer frente a todo y
aprender a actuar.
Veamos cómo podemos tomar decisiones de forma adaptativa.
Estrategias para gestionar la duda y
la toma de decisiones
Siempre que tomamos una decisión debemos comprender que
implica perder una alternativa. En
función del grado de compromiso que implique la decisión a tomar, nos costará más llevarla a cabo. Algunas de
las estrategias para tomar decisiones de forma eficaz serian:
-Identifica el miedo que hay detrás: ser capaces de identificar el miedo
que nos paraliza es un primer paso para tomar consciencia y poder enfrentarlo.
- Identifica tu propósito: Si tenemos claro nuestro propósito, tal vez, sea más fácil encontrar el motor que nos impulse a la acción y nos
saque del estancamiento.
-Haz un listado de pros y contras considerando las
implicaciones de cada opción: ser capaces de analizar de forma
exhaustiva las probabilidades, las ventajas y desventajas de cada decisión, nos
ayudará a tomar mayor conciencia de la misma y actuar desde la sensatez.
-Conecta con tu emoción. Pese a lo expuesto en el punto
anterior es importante entender que un exceso de racionalización es malo,
debemos ser capaces también de conectar con nuestra emoción y sus necesidades.
-Ten valor: Es importante adquirirlo para poderte enfrentar con eficacia
a las distintas situaciones vitales.
-- Entiende que forma parte del proceso de madurez: Aprender a tomar decisiones y hacerse
responsable de ellas, forma parte del proceso de crecimiento y aprendizaje
vital.
Si tienes dudas o consultas puedes escribirme a presbiciaemocional@gmail.com