¡Hola a todos!
Ya estamos en 2019. Este año empieza con muchos retos, proyectos y, aspectos, que me ilusionan. : )
Es un año con aires de cambio, cambios sobretodo a nivel profesional y, voy a luchar con propósito firme para que ello suceda... De hecho, ya lo estoy haciendo.
Tal y como os comenté, intentaré publicar una vez por mes, ya que sois muchas, las personas que seguís con interés mis escritos. Mil gracias.
Hace unos días publiqué un articulo para PSIKO, plataforma de psicología online, donde, como ya os comenté en mi anterior post, tengo el honor de colaborar. En él, os hablaba acerca de las personas altamente sensibles. Ser una persona altamente sensible (PAS) puede ser una gran virtud, sobretodo, si uno aprende a entenderse, respetarse y canalizarlo de la mejor forma posible. Las personas altamente sensibles, nos caracterizamos por poseer una gran empatía, intuición y sensibilidad, entre otros aspectos. Aprender a gestionar estos rasgos y hacerlo de forma productiva puede traer buenos resultados.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta que yo también formaba parte de este grupo y cuando lo descubrí, me di cuenta de que me servía para entender muchas cosas que tal vez, para otras personas pasaban desapercibidas y, aunque, si bien es cierto que, en ocasiones me he podido sentir abrumada por mi intensidad emocional y mi sensibilidad, me ha sido de gran ayuda para empatizar y realizar mejor mi trabajo... Aprendí a canalizar, y a día de hoy, creo que como psicóloga es uno de mis puntos fuertes.
Si os interesa profundizar en el tema, os invito a que leáis mi post para PSIKO. Espero que os guste y que os sirva. Para acceder al post de PSIKO, haced click en el siguiente enlace: PAS