Dicen que aquellos que jamás
amaron a un animal una parte de su alma permanece dormida, sin embargo,
aquellos que sí tuvimos la fortuna de experimentarlo, sabemos que se trata de
un idilio que durará para siempre.
Muchos, aparecen en nuestras vidas
“de repente”, nos acompañan durante 10, 15 tal vez incluso, con suerte, hasta
20 años y pese a lo “efímero” que nos pueda resultar este encuentro, gracias a
ellos aprendemos enseñanzas tan válidas como el significado de tener un fiel
compañero, fuente de protección y aceptación incondicional. Tras su marcha, una
parte de nosotros lo hace con ellos, dejándonos un sabor agridulce pero la fiel
certeza de que ha merecido la pena.
En este post hablaremos
justamente de esto, de la importancia que puede cobrar en nosotros el hecho de tener
una mascota, del encuentro transformador que se produce de esta relación y de
cómo sus efectos perduran en el tiempo. Hablaremos de los múltiples beneficios
a nivel físico, psicológico y emocional que nos pueden reportar, resultando en
ocasiones terapia preventiva al tratamiento de determinadas afecciones y por
último, de los aspectos que debemos tener en cuenta si decidimos incorporarlos
en nuestras vidas. ¿Me acompañas?
Las
mascotas
Durante años el ser humano se ha
interesado por la relación que establecía con los animales. Se ha demostrado
que en estados de depresión, estrés, duelo y/o aislamiento
social, las mascotas se convierten en un acompañamiento que aumenta la
autoestima, el sentido de responsabilidad y favorece una mejor integración en
sociedad, resultando una mejora en nuestra calidad de vida. Tal es la
magnitud de los efectos que esta interacción puede ocasionar, que de unos años acá
surge toda una corriente en psicología denominada, terapia asistida con animales, consistente en la incorporación de
un animal, generalmente perro, delfín o caballo, en el tratamiento de
determinadas afecciones, con el fin de mejorar el funcionamiento físico,
social, emocional y/o cognitivo de la persona. Estas terapias están dirigidas
por un profesional de la salud mental, generalmente psicólogo, donde el animal,
cumple la función de coterapeuta, siendo un punto clave en el proceso de
recuperación.
Independientemente de que sea utilizado con fines terapéuticos o no, veamos ahora, algunos de los efectos beneficiosos que puede tener, tanto para el niño como para el adulto, este tipo de vinculación.
Independientemente de que sea utilizado con fines terapéuticos o no, veamos ahora, algunos de los efectos beneficiosos que puede tener, tanto para el niño como para el adulto, este tipo de vinculación.
Efectos
beneficiosos de tener una mascota:
--Para el niño: A grandes
rasgos, podríamos decir que crecer con una mascota implica educar al pequeño en
aspectos como responsabilidad, cuidado y empatía que surgen justamente de la atención que como ser vivo
requiere, donde es importante que el niño sea partícipe y no lo asocie sólo con
un compañero de juego. La mascota
nos ayuda en el establecimiento de vínculos y potencia aspectos como el desarrollo de habilidades
sociales.
--Para el adulto: Hacen que nos sintamos seguros y aceptados incondicionalmente, dado que son fuente de
amor, afecto y no nos juzgan, disminuyen
el sentimiento de soledad, proporcionándonos compañía, incrementan la autoestima y mejoran nuestro estado de ánimo, debido en parte, a los cuidados que requieren,
aspecto que nos confiere la sensación de valía, incrementando nuestra estima y
elevando nuestro ánimo. Disminuyen la
tensión y la ansiedad, se ha comprobado que acariciar a un animal nos relaja, haciendo que liberemos endorfinas, hormonas asociadas a placer y bienestar, fomentan la empatía y favorecen el contacto social mejorando a su
vez nuestra forma física, dado que
es nuestro deber sacarlos mínimo tres veces al día, lo que ocasiona que hagan y
hagamos ejercicio y nos relacionemos con otras mascotas, también nos ayudan en la recuperación de enfermedades,
ya que aceleran el proceso de sanación. Como
vemos son múltiples los beneficios que nos pueden reportar.
Si te estás decidiendo a tener un
animal es importante que entiendas que no es un juguete por eso antes de
plantarte tener uno es necesario que valores una serie de puntos.
Aspectos a estudiar antes de tener una mascota:
--¿Por qué quiero una mascota? Es importante plantearse esta
cuestión y valorar que no sea un capricho pasajero. La mascota es un ser vivo, requiere
un compromiso y hemos valorar
si estamos dispuesto a ello.
--¿Dispongo del tiempo para cuidar de mi mascota? Los animales
necesitan tiempo para alimentarlos, bañarlos, llevarlos al veterinario,
entrenarlos, jugar, darles cariño. Si no tienes tiempo para ello, no compres una
mascota.
--¿Tengo los recursos económicos necesarios para mantener a mi mascota?
Un animal merece tener una buena calidad de vida: alimentación, productos de
limpieza e higiene, juguetes, cuidados veterinarios. La mascota supondrá un gasto extra que debemos poder asumir.
--¿Puedo tener una mascota en el lugar donde vivo? En algunas comunidades no permiten
mascotas, especialmente si vives de alquiler. Infórmate antes de dar el paso.
--¿Es para mí un buen momento? Las mascotas requieren cierta
estabilidad personal, laboral, de vivienda. Si eres estudiante o viajas como
parte de tu trabajo, espera a estabilizarte.
--¿Quién cuidará de mi mascota cuando estés de viaje o de vacaciones? Necesitarás contar con algún amigo, vecino
de confianza, familia o dinero para pagar una guardería para animales, o a una
persona que vaya a cuidarla a domicilio.
Conclusión
Si no tenías mascota y después de leer mi post te animas a ello. Sinceramente te deseo lo mejor es sin duda, uno de los mejores vínculos que un ser humano puede hacer.
Este post está dedicado a Bony,
mi lindo pedete y mi fiel compañera. Lamentablemente hace unos meses nos dejó,
fue una de las experiencias más dolorosas que vivimos en la familia pero los
años que estuvo con nosotros también fueron los mejores. Formó parte de nuestra
familia casi 17 años y dado el papel tan importante que ha tenido en nuestras vidas,
he considerado muy necesario incluirla en mi blog. Gracias por leerme.
presbiciaemocional@gmail.com
Hasta que uno no tiene una mascota, no sabe lo que se estaba perdiendo. Desde luego son parte de la familia y se les quiere y cuida como uno más.
ResponderEliminarCuando llega el momento de partir definitivamente, se pasa verdaderamente mal.
Besico