“A tí “
“Y a lo que habríamos
sido de no ser por los dos”
A lo largo de mi trayectoria como
psicológa clínica, me he encontrado en numerosas ocasiones, con personas
aquejadas de la extraña sensación de haber quedado “ancladas” en un momento
concreto de sus vidas. Pese a las diferencias interindividuales que puedan presentar
las historias narradas, todas guardan cierta similitud en cuanto al dolor que
produce, la sensación de no poder avanzar. En la mayoría de ocasiones, el
consejo que les doy a estas personas es que de algún modo busquen retomar el contacto
y que no se queden con ese malestar, pero lamentablemente, esta situación no
siempre es posible (A veces debido a
fallecimiento o a que el otro no está dispuesto a ello).
Este post está especialmente
dedicado a todas aquellas personas que se quedaron con la sensación de no haber
expresado algo en un momento dado y que transcurrido el tiempo, les acompaña ese
peso. Veremos que no siempre es posible retomar la conversación y qué tipo de
estrategias podemos utilizar para seguir con nuestras vidas. Haremos una
especial mención al tema de los duelos y a la importancia de procesarlos, de
las emociones que produce el no poder hacerlo y de técnicas y recursos para
solventarlo. ¿Me acompañas?
La importancia de: “Dejar
ir”
Es posible que todos en algún momento
nos hayamos preguntado “Qué hubiera pasado sí” o tener la sensación de no haber
expresado todo lo que queríamos. Pero, ¿Qué ocurre si transcurrido el tiempo, seguimos
sintiendo esto? Frustración, ira, enojo o tristeza serán algunas de las emociones
que podemos experimentar y que mantenidas en el tiempo puede dar lugar a dolencias
mayores. En posts anteriores hicimos mención
al tema de los duelos y a la importancia de elaborarlos correctamente en pro de
nuestro bienestar emocional. presbiciaemocional.blogspot.com.es/2015/04/tras-la-ruptura.html. Los duelos, como su nombre da a entender,
duelen, e implican la elaboración mental
de que una etapa se ha acabado. A lo largo de la vida, nos vamos a ver
expuestos a la “pérdida” en multitud de ocasiones, algunas serán más dolorosas,
otras, apenas implicarán nada y otras, lo harán llevándose un pedacito de
nosotros.
Ser capaces de comprender la
situación, perdonar y perdonarse es esencial para poder avanzar. La lectura que
consigamos hacer de las situaciones será de vital importancia para aprender y
seguir adelante. No podemos controlar todo
lo que nos sucede, pero si podemos aprender a afrontar las situaciones con la
mejor de la actitudes saliendo fortalecidos de ello y mejorándonos. “Dejar ir”
como el título indica, implica aceptar que no siempre todo será como queremos y
que lamentablemente es ley de vida despedirnos de todos, incluidos de aquellos
a los que más hemos amado. Sólo habrá una persona que te acompañe el resto de tu
vida y ese serás, tú mismo. Interiorizar esto último, no siempre le
produce a uno la mejor sensación, pero al menos relaja.
Consecuencias de no
procesar bien los duelos
La elaboración de un duelo lleva un promedio de entre 1-3
años. Si transcurrido ese tiempo no hemos sido capaces de elaborarlo de forma
correcta podemos vernos expuestos a numerosas dolencias psíquicas como las que
comentaremos a continuación.
--Estado anímico bajo con tendencia
a trastornos ansiosos y depresivos. La no elaboración de un proceso de
duelo, nos puede llevar a pensamientos de tipo obsesivo entorno
al suceso, que hará que nos sintamos ansiosos y deprimidos. La sensación de desesperanza
y vacío que acompaña a una pérdida, se ven incrementadas con el transcurso del
tiempo si estás no han sido elaboradas correctamente.
--Sentimiento de culpa. En
los estadios iniciales del duelo, es posible que aparezca la culpa, nos sentimos
responsables de ese vacío y nos lastimamos pensando que podríamos haber hecho o
dicho otros cosas, este aspecto de enfado con nosotros nos perjudica gravemente
y nos impide vivir en el “aquí y ahora”.
--Menosprecio y baja autoestima. Nuestra
propia valía se ve cruelmente juzgada ante estas situaciones vitales que
conllevan pérdida, la interpretación errónea de estas situaciones puede dejarle
a uno la autoestima muy minada. Es importante tratarnos con cierta
condescendencia.
--Dificultades para conciliar el sueño:
Los pensamientos obsesivos y recurrentes entorno a la pérdida y el vacío asociado, conllevan dificultades para conciliar el sueño así como la falta de sensación de
un sueño reparador.
--Trastornos psicosomáticos,
Todo aquello que no seamos capaces de expresar por la vía emocional si o si, acabará
saliendo en forma de dolencia somática. Los duelos llevan asociados trastornos del
aparato digestivo. Aunque en función de nuestro “punto débil” puede afectarnos a uno y otros órganos.
Técnicas para afrontar correctamente los duelos
Cuando no es posible retomar el
contacto sea porque la persona nos ha dejado para siempre o porque no está
dispuesta a tenerlo, existen algunos recursos que podemos poner en práctica
para gestionar mejor esta situación. Veamos algunos de ellos:
--La técnica de la silla
vacía: Se trata de un tipo de terapia vivencial que procede de la orientación Gestáltica, consiste en colocar literalmente una silla en una habitación y visualizar
la persona en cuestión con quien queramos tener el contacto. Allí podremos
decirle todo aquello que guardamos dentro. Pese al escepticismo que muchas
lectores puedan sentir al leer esto, lo cierto es que produce un gran alivio en
muchas personas que han sufrido una pérdida fugaz y quieren vaciarse de todo
ello.
--Escribir: Utilizar
la escritura como vía de canalización del malestar es un recurso que se utiliza
desde antaño y nos permite liberarnos.
--Grupos de autoayuda: Recurrir a grupos donde diferentes personas
puedan haber vivido una situación similar a las nuestra supone un gran apoyo
para muchas personas.
--Terapia narrativa: A
través de cartas y relatos personales el paciente asume un rol activo en su
proceso de cambio y le ayuda a tomar mayor consciencia de su vivencia.
A modo de conclusión
Si te has sentido identificado con algo de lo aquí expuesto,
estás atravesando un momento difícil y te estás planteado acudir a terapia, tal
vez, yo sea la persona que pueda ayudarte. No dudes en ponerte en contacto
conmigo: presbiciaemocional@gmail.com