martes, 8 de septiembre de 2015

La importancia de tener una mascota




Dicen que aquellos que jamás amaron a un animal una parte de su alma permanece dormida, sin embargo, aquellos que sí tuvimos la fortuna de experimentarlo, sabemos que se trata de un idilio que durará para siempre.
Muchos, aparecen en nuestras vidas “de repente”, nos acompañan durante 10, 15 tal vez incluso, con suerte, hasta 20 años y pese a lo “efímero” que nos pueda resultar este encuentro, gracias a ellos aprendemos enseñanzas tan válidas como el significado de tener un fiel compañero, fuente de protección y aceptación incondicional. Tras su marcha, una parte de nosotros lo hace con ellos, dejándonos un sabor agridulce pero la fiel certeza de que ha merecido la pena.
En este post hablaremos justamente de esto, de la importancia que puede cobrar en nosotros el hecho de tener una mascota, del encuentro transformador que se produce de esta relación y de cómo sus efectos perduran en el tiempo. Hablaremos de los múltiples beneficios a nivel físico, psicológico y emocional que nos pueden reportar, resultando en ocasiones terapia preventiva al tratamiento de determinadas afecciones y por último, de los aspectos que debemos tener en cuenta si decidimos incorporarlos en nuestras vidas.  ¿Me acompañas?
Las mascotas
Durante años el ser humano se ha interesado por la relación que establecía con los animales. Se ha demostrado que en estados de depresión, estrés, duelo y/o aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento que aumenta la autoestima, el sentido de responsabilidad y favorece una mejor integración en sociedad, resultando una mejora en nuestra calidad de vida. Tal es la magnitud de los efectos que esta interacción puede ocasionar, que de unos años acá surge toda una corriente en psicología denominada, terapia asistida con animales, consistente en la incorporación de un animal, generalmente perro, delfín o caballo, en el tratamiento de determinadas afecciones, con el fin de mejorar el funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo de la persona. Estas terapias están dirigidas por un profesional de la salud mental, generalmente psicólogo, donde el animal, cumple la función de coterapeuta, siendo un punto clave en el proceso de recuperación.
Independientemente de que sea utilizado con fines terapéuticos o no, veamos ahora, algunos  de los efectos beneficiosos que puede tener, tanto para el niño como para el adulto, este tipo de vinculación.
Efectos beneficiosos de tener una mascota:
--Para el niño:  A grandes rasgos, podríamos decir que crecer con una mascota implica educar al pequeño en aspectos como responsabilidad, cuidado y empatía que surgen justamente de la atención que como ser vivo requiere, donde es importante que el niño sea partícipe y no lo asocie sólo con un compañero de juego. La mascota nos ayuda en el establecimiento de vínculos y potencia aspectos como el desarrollo de habilidades sociales.
--Para el adulto: Hacen que nos sintamos seguros y aceptados incondicionalmente, dado que son fuente de amor, afecto y no nos juzgan, disminuyen el sentimiento de soledad, proporcionándonos compañía, incrementan la autoestima y mejoran nuestro estado de ánimo,  debido en parte, a  los cuidados que requieren, aspecto que nos confiere la sensación de valía, incrementando nuestra estima y elevando nuestro ánimo. Disminuyen la tensión y la ansiedad, se ha comprobado que acariciar a un animal nos relaja, haciendo que liberemos endorfinas, hormonas asociadas a placer y bienestar, fomentan la empatía y favorecen el contacto social mejorando a su vez nuestra forma física,  dado que es nuestro deber sacarlos mínimo tres veces al día, lo que ocasiona que hagan y hagamos ejercicio y nos relacionemos con otras mascotas, también nos ayudan en la recuperación de enfermedades, ya que aceleran el  proceso de sanación. Como vemos son múltiples los beneficios que nos pueden reportar.
Si te estás decidiendo a tener un animal es importante que entiendas que no es un juguete por eso antes de plantarte tener uno es necesario que valores una serie de puntos.
Aspectos a estudiar antes de tener una mascota:
--¿Por qué quiero una mascota? Es importante plantearse esta cuestión y valorar que no sea un capricho pasajero. La mascota es un ser vivo, requiere un compromiso y hemos valorar si estamos dispuesto a ello.
--¿Dispongo del tiempo para cuidar de mi mascota? Los animales necesitan tiempo para alimentarlos, bañarlos, llevarlos al veterinario, entrenarlos, jugar, darles cariño. Si no tienes tiempo para ello, no compres una mascota.
--¿Tengo los recursos económicos necesarios para mantener a mi mascota? Un animal merece tener una buena calidad de vida: alimentación, productos de limpieza e higiene, juguetes, cuidados veterinarios. La mascota supondrá un gasto extra que debemos poder asumir.
--¿Puedo tener una mascota en el lugar donde vivo?  En algunas comunidades no permiten mascotas, especialmente si vives de alquiler. Infórmate antes de dar el paso.
--¿Es para mí un buen momento? Las  mascotas requieren cierta estabilidad personal, laboral, de vivienda. Si eres estudiante o viajas como parte de tu trabajo, espera a estabilizarte.
--¿Quién cuidará de mi mascota cuando estés de viaje o de vacaciones?  Necesitarás contar con algún amigo, vecino de confianza, familia o dinero para pagar una guardería para animales, o a una persona que vaya a cuidarla a domicilio.
Conclusión
Si no tenías mascota y después de leer mi post te animas a ello. Sinceramente te deseo lo mejor es sin duda, uno de los mejores vínculos que un ser humano puede hacer.

Este post está dedicado a Bony, mi lindo pedete y mi fiel compañera. Lamentablemente hace unos meses nos dejó, fue una de las experiencias más dolorosas que vivimos en la familia pero los años que estuvo con nosotros también fueron los mejores. Formó parte de nuestra familia casi 17 años y dado el papel tan importante que ha tenido en nuestras vidas, he considerado muy necesario incluirla en mi blog. Gracias por leerme.
 presbiciaemocional@gmail.com

1 comentario:

  1. Hasta que uno no tiene una mascota, no sabe lo que se estaba perdiendo. Desde luego son parte de la familia y se les quiere y cuida como uno más.
    Cuando llega el momento de partir definitivamente, se pasa verdaderamente mal.
    Besico

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