Dicen, que el tiempo todo lo
cura, que un día, no se sabe cómo ni por qué, de repente deja de doler, que
aquella profunda herida que tanto nos dolía apenas es ahora una leve cicatriz. Y
lo cierto, es que la vida continúa y uno, vuelve a sonreír, se vuelve a
enamorar y vuelve a sentir. Sin embargo, tras una experiencia dolorosa, cambiamos,
crecemos, maduramos, aprendemos y, para bien o para mal, uno ya no vuelve a ser
el mismo.
Hoy, hablamos del lado amargo del
amor, del precio que nadie quiere pagar cuando decide amar, de mal sabor que
nos deja el desamor. Hablaremos de la ruptura, de qué ocurre a nivel emocional
tras una vivencia así, del duelo y sus fases, de los aspectos a trabajar en
sesión y de cómo encajar todo esto. ¿Me acompañas?
La ruptura
La ruptura sentimental está
considerada unos de los factores más estresantes y de cambio, a los que ha de
enfrentarse una persona a lo largo de su vida. La mayoría de estados
disfuncionales, como la depresión o la ansiedad, están vinculados a una
experiencia de este tipo. El dolor que
sentimos tras una vivencia así, nada tiene que ver, en contra de la creencia
popular, con el número de años que hemos compartido con esa persona. El dolor
es algo muy subjetivo y depende, entre otros muchos factores, de aspectos como:
-- Nivel de enamoramiento: Dependiendo del estadio de enamoramiento en
el que nos encontramos cuando se produce la ruptura, será mucho más doloroso
encajar una vivencia de este tipo.
--- Expectativas: El nivel de expectativas que teníamos forjado con
respecto a la relación también es un indicativo del nivel de malestar tras un
ruptura y del pronóstico del mismo.
-- Nivel de madurez: Con los años aprendemos a despedirnos, o eso
dicen… Lo cierto es que a medida que avanzamos en edad, se deduce, que hemos
tenido mayor oportunidad de vivir la pérdida y estamos algo más acostumbrados a
ello, lo que puede hacer, que tras una ruptura tengamos más recursos para
sobrellevarla.
-- Proyecto de vida: Tener un proyecto de vida en común con esa
persona va a hacer que sea más difícil de encajar el que ya no contamos con ella.
Por contra, si simplemente era una relación en un estadio inicial donde aún no
se habían definido los objetivos a largo plazo será más sencillo encajarlo por
muy enamorados que nos encontremos.
-- Vínculos: A mayor nivel de vinculación más largo y doloroso, en un
principio, será el proceso y aquí estaría incluido si tenemos hijos con esta
persona y, sobretodo, si estos son pequeños, puesto que aquí, se añade además
el “hándicap” de que tenemos que
seguir viendo a esta persona, queramos o no.
Como vemos, las formas de encajarlo van a variar mucho dependiendo de nuestras circunstancias personales y también de nuestra base de personalidad. Hablemos ahora de qué hacer con todo esto.
¿Cómo encajamos todo esto? El Duelo
La ruptura sentimental no deja de
ser una pérdida, un cambio en nuestra vida, que, queramos o no, tenemos que
intentar encajar. Entramos en un proceso que en Psicología conocemos con el
nombre de duelo, duelo, implica cambio sea de tipo amoroso, laboral, por muerte
etc.
El duelo es un proceso muy
variable, pero en términos generales podríamos decir que dura un total de dos
años como máximo. Durante este
proceso, pasamos por una serie de fases, que ahora especificaremos, pero antes
de nada, puntualizar dos aspectos importantes: el primero, es que no es lo mismo
dejar que ser dejado, en el primer caso, la persona ha tenido tiempo para madurar
su decisión y está algo más preparada, aún y así, ambos pasarán por este proceso
de duelo. Y en segundo lugar, señalar que durante todo el proceso es normal sentir
cierta ambivalencia afectiva, que en
determinados momentos podamos sentirnos tristes y en otros alegres, o que seamos
algo más volubles de lo habitual. Veamos ahora las fases del duelo.
Fases del duelo
Tras una pérdida, y el shock inicial entramos en fase de negación, la negación es el mecanismo defensivo
por excelencia de ser humano, cuando algo nos duele mucho, siempre es más fácil
negarlo que enfrentarse a ello, por eso, es habitual que aparezca en un primer
estadio donde aún hemos de procesar todo esto. Tras la fase de negación,
entramos en la fase de rabia, estamos molestos, no podemos creer
lo que ha ocurrido, nos sentimos irritables y son habituales los estallidos de ira
y las malas contestaciones. Afortunadamente, esto no dura siempre y entramos en
una tercera fase conocida como la fase de negociación,
aquí, decidimos ser algo mas inteligentes y destinar toda esa energía en vez de
a enfadarnos a intentar negociar la
situación, “tal vez haya algo que podamos
hacer” nos decimos y buscamos alternativas, posibles soluciones con tal de
no aceptar la situación. Tras ver que nuestros esfuerzos son en vano, nos frustramos,
pero esta vez, no es enfado lo que aparece sino tristeza, estamos agotados, cansados de luchar y decaer es nuestra
respuesta. Finalmente, tras un periodo de tristeza decidimos seguir adelante,
aceptar y asumir lo ocurrido y es cuando decidimos dejar atrás y “superamos” la
pérdida.
Aspectos a trabajar en sesión
Es importante cuando entramos en
un proceso así, que uno se permita la
licencia de encontrarse mal si quiere, de tener momentos de soledad y de llorar
ese vacío.
Por otro lado, hemos de procurar
compensar esos momentos de soledad con momentos sociales. El grado de apoyo
social que tiene una persona es un indicativo del tiempo que tardará en
recuperarse de un estado doloroso. Es importante contar con una red de apoyo
como amigos, compañeros, familia…
Por otro lado, es un momento de
cambio de poder reestructurar nuestro tiempo libre. De dedicarnos tiempo a
nosotros, de cuidarnos, de apuntarnos a alguna actividad nueva de ampliar
nuestro círculo.
Salir reforzado de un duelo con
una lectura positiva favorece nuestro aprendizaje y crecimiento.
Cuando te quedas anclado en el dolor
Si transcurrido un tiempo sientes
que no avanzas, que estás anclado en el dolor y el recuerdo, si no te encuentras
con las herramientas necesarias para hacer frente a tu vida, tal vez, deberías plantearte
la opción de acudir a un profesional. En ese caso, estaré encantada si
lo crees oportuno de poder ayudarte: presbiciaemocional@gmail.com
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